Hace un par de semanas Noticias Caracol reveló cómo la esposa de un narco del Casanare ayudó a la campaña de Gustavo Petro, desde entonces se desató una ola de ataques y desprestigio desde las redes sociales en contra de medios de comunicación y periodistas. Le contamos cómo funcionó.

En plena época electoral, entre el 13 y el 21 de agosto de 2023, en redes sociales se desató un ataque masivo a medios de comunicación para desacreditar las denuncias, investigaciones y control político que realizan los periodistas. Hashtags como #CaracolMiente, #SemanaMiente, #ElCololombianoMiente, #RCNMiente y #ElTiempoMiente fueron tendencia durante casi una semana en Twitter o X e incluso llegó a Tik Tok, Instagram y VK, que es el Facebook ruso.

Utilizando herramientas de Social Listening —las mismas que usan para los estrategas políticos para perfilar usuarios— rastreamos las menciones de estos hashtags, detectamos 3.107.200 menciones entre el 13 de agosto y el 21 de agosto. Al filtrar estas menciones por ubicación geográfica se encuentra que 1.022.200 salieron desde Colombia, es decir que más de la mitad se realizaron fuera del país, donde la mayoría son cuentas bots, recién creadas en agosto y que parecen contar con coordinación de varios influenciadores del Pacto Histórico.
PARÉNTESIS:
¿Cómo se obtienen estos datos?
La extracción de los datos presentados en este artículo se hizo a través de la Interfaz de Programación de Aplicaciones (API, por sus siglas en inglés) de las redes sociales, que entregan información pública de los usuarios como fotos, tuits, estados, post, comentarios, ubicación e imágenes. Estos permisos se obtienen porque los usuarios aceptan los términos y condiciones. La API es una credencial que da acceso a la descarga masiva de tuits relacionados con un hashtag.
Que más de la mitad de las cuentas que se ocuparon del tema aparezcan publicando desde otros países es una prueba de que se trata de una estrategia dirigida por bots. Ahora bien, esto no quiere decir que la actividad venga del exterior, en la mayoría de casos este cambio de ubicación se da por medio de una tecnología de VPN que permite cambiar la ubicación del dispositivo (computador, celular o tableta) desde el que se publica.

¿De dónde están el resto de las menciones? Se distribuyen en una lista de 82 países donde es mayoritario el ataque a Caracol. Excepto en Tanzania, donde el hashtag #SemanaMiente tuvo 200 menciones, seguido por Malasia con 100 menciones.
Caracol fue el medio más atacado con 1.658.000 de menciones que lo hizo tendencia durante casi tres días Se rastrearon 846.300 cuentas que tuitearon negativamente contra el medio. Aunque Twitter fue mayoría, hay menciones en comentarios de 300 en videos de Youtube, también hay videos de Tik Tok con 200 etiquetas, en Instagram hay 100 y en VK (el Facebook ruso) hay 100. El 79% de estas cuentas se asignan como usuarios masculinos, 19% femenino y el 1% no especifica.
Aparte de los principales países donde hay población colombiana como Estados Unidos, España o México, hay menciones en cuentas provenientes de Angola, con 2000; Rusia con 1.800, Vietnam con 1.800, Lituania con 1.100. Teniendo mayor número de menciones que países de habla hispana que son vecinos de Colombia como Uruguay, con 700, Nicaragua con 700 y hasta aparece Ciudad del Vaticano con 600, el mismo número de República Dominicana.

Estas cuentas se automatizan para replicar el contenido, de esta manera pueden tener respuestas automáticas con el único fin de llegar a diferentes públicos y divulgar el mensaje de desprestigio con el que algunos sectores quieren manchar a los medios. La programación de estos bots deja ver que el propósito es que su “contenido” llegue a los usuarios que suelen buscar temas relacionados con el derecho, el fútbol, la tecnología, la educación, la familia, la política y la economía.
En segundo lugar con #SemanaMiente hubo ataques 762.200 menciones en Twitter, 200 comentarios en YouTube y en Tik Tok hubo 100 etiquetas. Se rastrearon 510.000 cuentas que utilizaron los hashtags antes mencionados y a los que esa vez se le sumó #VickyMiente. También sufrieron ataques RCN y El Tiempo con 581.800 y 84.300 menciones respectivamente.
Por último, El Colombiano fue atacado con 20.900 menciones y 19.300 autores en Twitter. De estas cuentas solo 10.000 están registradas en Colombia, el resto están distribuidas por países como Estados Unidos y hasta Ucrania. Igualmente, aunque se rastrearon las menciones de la última semana, al ampliar la cronología, se detectó que cuentas fuera de Colombia empezaron los ataques con una o dos menciones ocasionalmente.
Es decir, este ataque coordinado que empezó el 13 de agosto y finalizó el 21 de agosto, y que buscó desacreditar cualquier investigación o crítica que haya hacia el gobierno, tuvo todo un comportamiento de bodega: no eran ciudadanos los que estaban detrás sino programas informáticos.

Una de las primeras cuentas que empezó este ataque en Twitter se llama @EjeNaranja (Movimiento Naranja Eje Cafetero), que desde julio de este año cuestionó a Revista Semana por un titular. Además, una de las primeras en trinar atacando a Caracol Noticias fue la influenciadora, activista del Pacto Histórico y quien tuvo contrato con Colombia Compra Eficiente, Daniela Beltrán, muy conocida como Lalis (@smilelalis), además también aupó la marea @frannito1, según arroja la herramienta YouScan.
Mientras el tuit de Franito alcanzo a 855 cuentas diciendo #CaracolMiente #GrupoAvalCorrupto, el tuit de Daniela Beltrán —decía: “Lo de @NoticiasCaracol es increíble, mienten descaradamente, se inventan lugares y nombres @petrogustavo pide que rectifiquen la información y no lo hacen. Pero salen a decir que el presidente ataca a la prensa, NO ES POSIBLE ESTO!!!” — llegó a 146.000 vistas, 6.000 me gusta y 1.500 respuestas.
El asunto es que 6 minutos después, como si fuera cuestión de mover un switch, otra cuenta bodeguera subió un tuit diciendo “Falso de toda falsedad. #CaracolMiente, como siempre ha sido costumbre”, a lo que sumó una imagen del medio con un logo enorme con la palabra “Falso”. Desde entonces todo empezó a crecer.
¿Cómo operan los influenciadores para atacar?
Las cuentas de influenciadores del Pacto Histórico como las Daniel Rozo (@Donizquierdo) o Daniela Beltrán (@smilelalis), o las de políticos como Piedad Córdoba y Wilson Arias y Alejo Vergel no hicieron más de 4 o 5 tuits sobre está polémica, y esto se debe a que su alcance es masivo, pues juntan más de 700 mil lectores. Quien tiene mayor alcance es “Don Izquierdo” con más de 273.000 seguidores leyeron sus tuits de ataque. Aquí esto es importante, pues las cuentas de este tipo son las que lideran y legitiman estos ataques, más cuando viene de personas que ocupan un cargo público en el Congreso.
Los pocos trinos de los más famosos se contraponen a actividades como la de la cuenta @Cmloandrs, que pertenece al ingeniero Camilo Espinosa, y desde donde más se atacó a los medios con 124 tuits. La segunda cuenta es una que perfila a otras cuentas que se dicen ser “progresistas”.
Una de las sutilezas de estas cuentas bots, más allá de las que si responden a patrones de usuarios reales, es que muestran un comportamiento netamente electoral, pues además de atacar a los medios y subirse a las peleas que vienen muchas veces de el Pacto Histórico, también publicitan a candidatos como Gustavo Bolívar, de Bogotá, y a Juan Carlos Upequi, una de las fichas de Daniel Quintero para la Alcaldía de Medellín.
¿Cuál es el fin de estos ataques?
Utilizar bots, trolls, spamming, desinformación, críticas falsas, publicidad, ataques cibernéticos hace parte de una estrategia que se llama Operaciones de Influencia Coordinadas, y tiene por objeto “intento organizador para lograr un efecto específico entre un público objetivo”, según el Fondo Carnegie para la Paz Internacional.
El ataque a los principales medios de comunicación no fue una respuesta apresurada por dilatar las investigaciones y denuncias sobre la entrada de dineros calientes a la campaña del Pacto Histórico. El ataque fue coordinado, todo parece indicar que estaba preparado, como una especie de contragolpe ante las investigaciones periodísticas.
Justo EL COLOMBIANO publicó el domingo 20 de agosto que el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, se apoya en bots para mostrar que sus propuestas tienen apoyo en las redes sociales; de esta manera amplifica sus relatos sobre la ciudad, su mirada de los problemas públicos y lo que algunos analistas llaman post-verdad.
Y es que varias herramientas de escaneo reflejaron que más del 63 por ciento de los seguidores que tiene Quintero parecen bots o están inactivos. Y entre esa gran nube, poco más del 1 por ciento son personas verdaderas que llevan una vida digital en las redes sociales.
El tema viene a cuento porque el 50 por ciento de los seguidores que tiene Daniel Quintero, esos seguidores que con certeza son bots y que replican su contenido, también aparecen en la cuenta del presidente Gustavo Petro. Seguro aparecerían en una decena de políticos de todas las corrientes políticas. Asistimos a la democracia de los robots, donde la supuesta opinión en redes parece ser el reflejo de un espejo que en realidad no dice nada o, peor, dice mentiras.
Néstor Espinosa Robledo
23 de agosto de 2023