Declaratoria de los miembros fundadores
Los suscritos, ciudadanos de nacionalidad colombiana, identificados como aparece al pie de nuestras firmas, declaramos:
Primero.- Que atraviesa nuestro país una de las peores coyunturas de su historia, originada en la claudicación del Estado frente a los criminales de las FARC, con la firma del acuerdo de La Habana, en contra del expreso mandato del pueblo soberano, quien lo rechazó en el plebiscito del 2 de octubre de 2016.
Segundo.- A partir de allí vivimos bajo el imperio de la ilegalidad, con una normatividad y unas instituciones fundamentadas en un acuerdo espurio, lo que ha conducido a la desaparición del Estado de Derecho.
Tercero.- El narcotráfico, a través del crecimiento exponencial de los cultivos de coca y del sometimiento de gran parte del territorio nacional al dominio de los carteles de la droga en alianza con los narco-guerrilleros de las FARC y del ELN, ha permeado todos los estamentos de nuestra sociedad.
Cuarto.- La consagración de la impunidad y del premio al crimen, y la infiltración de la corrupción y la politiquería en las decisiones judiciales, han erosionado la administración de Justicia, lo cual reclama un saneamiento a fondo.
Quinto.– La despenalización del aborto y la imposición a la fuerza de la ideología de género desde la infancia están desmoronando la institución de la familia tradicional y atentando contra el derecho inviolable a la vida.
Sexto.– Vivimos una economía artificial soportada por los ilícitos ingresos del narcotráfico y por el excesivo aumento de la deuda pública y de los impuestos. Mientras tanto, continuamos manteniendo un gigantesco e ineficiente aparato estatal y una burocracia infestada de los corruptos de la anterior administración.
Séptimo.- No estamos conformes con el trato que se viene dando a las fuerzas militares desde la firma del acuerdo de La Habana, arrinconándolas judicialmente, mermando sus efectivos y presupuesto, desfigurando su misión y faltándole al respeto debido a las autoridades, como se observa en las protestas vandálicas en las ciudades.
Octavo.- En suma, se requiere reconstruir la Patria en todos sus aspectos, de los cuales solo hemos enumerado algunos puntos esenciales, no sin antes consignar que lo que se requiere es un regreso a los principios de la civilización cristiana, a los valores de la Democracia, al respeto por la ley y la autoridad, y a la conservación de las sanas costumbre heredadas de nuestros mayores.
Noveno.- Es por ello que, en ejercicio de nuestros legítimos derechos como ciudadanos de un país libre, constituimos a partir de la fecha la ALIANZA RECONSTRUCCIÓN COLOMBIA.
Décimo.- Queremos invitar a todos nuestros compatriotas a acompañarnos en esta noble causa, sin importar su origen político, sus creencias o inclinaciones, siempre y cuando su compromiso sea el de trabajar para dejar un país con justicia, legalidad, orden y progreso a nuestros descendientes.
Decimoprimero.- Nuestro movimiento es esencialmente ciudadano y popular, legal y pacífico, encaminado a llevar a los mejores compatriotas a las posiciones de mayor responsabilidad en el Estado y, desde allí, realizar los cambios que el país requiere, sin tener que pedir permiso a quienes hasta ahora han detentado el poder y sin contar con aquellos que antes de elecciones nos prometen reformas que nunca llegan.