Se necesita una reforma a la justicia urgente. Una reforma que sirva, que sea de fondo, desde la base hasta la cima.
Se requiere que los jueces tengan mejores recursos humanos y técnicos, que la conciliación cumpla su función y evite muchos pleitos que congestionan la administración de justicia.
Se requiere que los cargos en la administración de justicia sean permanentes y no encargos en los cuales fiscales van a magistrados y magistrados a fiscales, dejando pisado el puesto para cuando se acabe el encargo.
Se requiere inyectar recursos para que la virtualidad sea cierta y efectiva. También se requiere que a las altas cortes se les quiten todas las funciones electorales para que ese tiempo se dedique a hacer jurisprudencia y evitar sospechas de fallos políticos.
Se requiere que no se elijan en la Corte Suprema entre ellos mismos, se debe eliminar ese sistema y dejar uno que dé más garantías, un concurso que permita que solo se pueda considerar para suplir un cargo los tres mejores calificados.
Se requiere que se reglamenten los juicios con jurado, dar mayores garantías y participación ciudadana.
Por último, en materia penal se debe eliminar la figura del Ministerio Público en el proceso penal y que a los jueces no los investigue una parte, como lo es la Fiscalía, sino un órgano imparcial.
La reforma es necesaria y puede hacerse vía constituyente u otras vías, pero se requiere.
Iván Cancino, Diario Occidente, 05/08/2020