ha sido un gran beneficiario de notados privilegios legales. Pese a estar perdiendo el respaldo político de algunas ramas del Movimiento al Socialismo,
Esta semana, medios locales revelaron que la juez del Tribunal Tercero Anticorrupción de La Paz, Claudia Castro (que en el año 2018 fue suspendida por un año del ejercicio de su profesión por infringir el Código de Ética del Colegio de Abogados de Bolivia) desestimó las denuncias de fraude electoral contra Evo Morales y su cúpula, al no considerar «contundentes» los elementos de prueba que presentó el candidato presidencial Carlos Mesa, mismos que fueron ratificados en los Informes Preliminar y Final de la Organización de Estados Americanos (OEA).
En su denuncia, Mesa acusó a Morales por los delitos de falsificación de documentos o uso de documento falsificado; obstaculización de procesos electorales; manipulación informática; y alteración y ocultación de resultados.
Por otra parte, el presidente del Tribunal de Justicia de La Paz, Jorge Quino, descartó presentar un recurso de apelación contra esta decisión, argumentando que «no existe constancia de algún elemento de prueba del denunciado fraude» en los informes presentados por el Tribunal Supremo Electoral y la OEA.
«Tanto el informe interno del Tribunal Supremo Electoral y el del Tribunal Electoral Departamental, según la juez (Claudia Castro, encargada de anular el proceso), no habían concluido y menos habría existido en estos informes preliminares los elementos constitutivos para la existencia de un fraude electoral en las elecciones de octubre de 2019», aseguró Quino.
Con esta decisión, la situación electoral de Bolivia ha quedado en una situación muy extraña. La Justicia se niega a identificar como fraudulenta la elección de 2019, que le hubiera otorgado la victoria a Evo Morales, pero no presenta objeciones con el hecho que hoy está gobernando Luis Arce, quien triunfó la re-edición de esa elección.
Constitucionalmente esto es válido, ya que la elección de 2019 carece de legitimidad luego de que el mismo Tribunal Electoral admitió que hubo fraude. Sin embargo, las recientes decisiones de la justicia, claramente manipulada por el MAS, han creado una inconsistencia en este aspecto.
Aunque el audio fue verificado por un instituto de peritaje en Colombia (los resultados determinaron que la voz contenida en el audio era la de Morales), las investigaciones fueron cerradas, además de dejar sin efecto legal las órdenes de detención, otorgándole impunidad a Morales.
También, en el mes de noviembre, Evo fue absuelto de los delitos de terrorismo, genocidio, sedición, atentados contra la seguridad de los servicios, delitos contra la salud, destrucción de bienes e instigación pública a delinquir, por los bloqueos de carreteras realizados en el mes de Agosto y organizados por el ex presidente desde Buenos Aires.
Estos bloqueos fueron registrados en el pico máximo de infección de la pandemia de coronavirus en el país, que, sumado a la maniobra política que ejecutaba Añez en su condición de candidata y Presidente al mismo tiempo, fueron responsables de más de 40 decesos por falta de oxígeno (entre ellos, Esther Morales, hermana de Evo Morales) ya que los bloqueadores impedían a las cisternas el acceso a las ciudades.
Por otra parte, las investigaciones iniciadas por los delitos de estupro, pedofilia y la conformación de una red de trata de menores contra Morales se mantienen sin avances significativos a pesar de las múltiples pruebas que se han presentado, por lo que no se descarta que en los próximos días sea absuelto de estos delitos también.
Por Diego Salvatierra, para La Derecha Diario.