El juez petista de la Corte Suprema, Edison Fachin, ordenó la anulación de las sentencias por corrupción del ex presidente brasileño Lula Da Silva, tras determinar que el juez que dictó la sentencia “no es apartidista”.
Este lunes, el juez izquierdista de la Corte Suprema, Edson Fachin, quien fue designado por la ex presidente Dilma Rousseff, anuló las sentencias dictadas contra el criminal Lula da Silva, en el marco de la operación “Lava Jato“, uno de los casos de corrupción más emblemáticos de la historia de Latinoamérica que relacionó los sobornos de la empresa Odebrecht con los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT).
La Procuraduría General de la República (PGR) anunció que apelarán a la medida, el cual podría presentarse ante toda la Corte Suprema a finales de esta semana.
Según reportes de medios locales, la apelación interlocutoria será preparada por la fiscal general adjunta, Lindôra Araújo, mano derecha del fiscal general Augusto Aras, y responsable de los casos de Operación Lava Jato en la Corte Suprema.
Varios juristas se han expresado en contra de la decisión de Fachín, y consideraron que la medida debió haber sido realizada por el pleno de la Corte Suprema, y no por uno solo de sus jueces.
El fiscal general y presidente del Instituto No Acepto Corrupción, Roberto Livianu, manifestó al portal de noticias R7 que la decisión del juez Fachin representa un importante retroceso para el sistema judicial, que tiene la difícil tarea de procesar a aquellas personas con una notable influencia política en el país.
Por otra parte, la defensa de Lula da Silva afirmó mediante un comunicado que la anulación de las condenas refleja la “incompetencia” del Tribunal de Curitiba, así como también el “reconocimiento” de que siempre estuvieron del “lado correcto” durante esta larga batalla judicial.
“La decisión está en consonancia con todo lo que hemos apoyado durante más de 5 años en la conducción de los procesos. Sin embargo, no hay forma de reparar el daño que le causaron el ex juez Sergio Moro y los fiscales de “Lava Jato” al ex presidente Lula da Silva, al sistema de justicia y al Estado democrático de derecho“, se expresa en el comunicado.
Edson Fachin, manifestando su apoyo a Dilma Rousseff durante la campaña presidencial del 2010. El juez supremo es de los juristas más militantes del poder judicial brasileño.
Si bien es cierto que la medida ha habilitado a Lula da Silva para los futuros comicios del 2022, aún no se sabe con exactitud si optará por la candidatura presidencial.
A principios del 2020, el ex mandatario manifestó que no tenía interés en participar como candidato presidencial, en caso de ser tomado en cuenta por los partidos de izquierda. Sin embargo, su postura cambiaría a partir del mes de septiembre, asegurando que “estaba listo para ser parte de la reconstrucción de Brasil”.
A inicios del mes de febrero del presente año, el ex candidato presidencial petista en 2018, Fernando Haddad, anunció sus propias intenciones de competir nuevamente por la presidencia, con el respaldo de Lula. Quedará por determinar si el liderazgo del PT se mantiene en Haddad o si vuelve a las manos del delincuente Lula.
Lo cierto es que ninguno de los dos posibles aspirantes por el PT encabeza los sondeos. Según la encuesta de Paraná Pesquisas, el ex presidente Lula da Silva se mantiene en segundo lugar, 18 por debajo del presidente Jair Bolsonaro. El mandatario derechista obtendría un 39%, mientras que el líder izquierdista obtendría un 21%.
En otro escenario enfrentando a Fernando Haddad, Bolsonaro superaría ampliamente al candidato izquierdista, a 23 puntos de distancia. El Presidente encabeza la encuesta con un 37%, mientras que Haddad lograría un magro 14%.
Estas encuestas son de los últimos días de febrero, antes de la noticia de la habilitación de Lula, por lo que la nueva realidad política del ex presidente podría generar algún cambio en la intención de voto de los brasileños. Además es importante aclarar que falta más de 1 año para las elecciones y las encuestas a tanto tiempo de los comicios no suelen marcar una buena predicción.
Por Guilherme Ramos, para La Derecha Diario.