El arte de manipular y engañar, más vigente que nunca

Los nombramientos sorpresivos, qué hace Petro, para iniciar el proceso de perpetuar su siniestro legado político, ha sorprendido a la opinión pública, la cual no se acostumbra, a un estilo de desgobierno violento, amenazante, reaccionario y extremista. Ha nombrado reconocidos corruptos y tramposos, pero también ha recurrido a colombianos desconocidos y que presumiblemente siendo personas de intachable conducta, a través de la psicología social, han empezado a tener identidad ideológica con Petro, como parte de la “ley de la retribución” dónde los favores políticos, se pagan, con favores políticos, sacrificando la integridad de la Nación.

La anterior consideración es pertinente para analizar brevemente, algunos hechos políticos, que rodean de manera específica el nombramiento del General de la Fuerza Aérea Pedro Sánchez, como nuevo Ministro de Defensa, nombramiento qué ha impactado la estructura, la moral, el espíritu de cuerpo y el ordenamiento reglamentario, de una institución que se rige por códigos, normas y virtudes morales, pero ante todo por un espíritu de reconocimiento y respeto inquebrantable, a la jerarquía institucional.

A pesar de la opinión de algunos militares activos y retirados, sobre el acierto o desacierto de Petro, con este sorpresivo nombramiento, yo me inclino por la segunda, no por un error fortuito del sagaz nominador, sino por su reconocida capacidad de manipulación, conducta artera y cínica mentira, condiciones propias de Petro, para crear situaciones de angustia, malestar, incertidumbre, desesperación e inseguridad, que le beneficiarán para su proyecto futuro ideológico-político.

Surgen entonces, cuatro interrogantes, que nos hacemos muchos colombianos, qué percibimos a una persona poseída de un pésimo talante, el cual dirige al país como si fuera su finca personal, gestión rodeada de mentiras, engaños y estratagemas.

Hay cuatro inquietudes, con relación a la conducta del actual inquilino de la casa de Nariño, relacionado con su proyecto en nuestras Fuerzas Militares. Aunque la respuesta es casi evidente, solo faltaría una prueba irrefutable, que permita definir políticas de “salvación nacional”. Estas inquietudes son, entre otras:

1. ¿Por qué razón el gobierno de Petro ha reducido sensible y progresivamente, los efectivos de las Fuerzas Militares, especialmente aquellos que habían tenido éxitos inobjetables en el pasado, en la lucha antiterrorista y hasta este momento no existe ningún tipo de explicación, por parte del actual desgobierno y del mando militar, que lo han acompañado?

La sociedad colombiana, observa con profunda preocupación, ¿cómo decrecen las fuerzas de seguridad del Estado, mientras se incrementa de manera incontrolable y exponencial, la violencia, el terrorismo y la inseguridad?

2. ¿Por qué razón, a pesar del incremento exponencial cercano al 53% de la inseguridad en Colombia y el crecimiento y fortalecimiento de los grupos narcoterroristas, tanto en el área rural como en las áreas urbanas, el gobierno petrista, reduce considerablemente los recursos presupuestales, afectando las operaciones, la administración y la logística, así como el mantenimiento de equipos de combate y las capacidades terrestres, aéreas y fluviales, de las FF.MM?

Es pertinente aclarar que las Fuerza Militares de Colombia y la Policía Nacional deben enfrentar multiplicidad de grupos delincuenciales, terroristas y narcotraficantes, los cuales cuentan con recursos económicos ilimitados, como resultado de sus actos delincuenciales.

3. ¿Tiene el actual gobierno como parte de su siniestro plan estratégico, para perpetuarse ideológicamente en el poder, la creación de manera confidencial, ejércitos “privados”, para el uso exclusivo de su proyecto político e ideológico de izquierda, tal como ha ocurrido con sus pares ideológicos en Venezuela, Nicaragua y Cuba? (¿Milicias bolivarianas?).

4.¿La ideologización que pretende el actual gobierno, dirigida en todos los niveles jerárquicos de la institución militar, el cual se convirtió en una diáspora en la actual administración, establece como una de sus premisas, transmutar las Fuerzas Militares constitucionales, creadas hace más de 213 años, para reorganizar paralelamente a estas, fuerzas de carácter político, con antiguos simpatizantes que han permanecido mimetizados durante años, en las filas de las actuales fuerzas de seguridad del estado e integrantes de organizaciones al margen de la ley, todos ellos, con objetivos políticos, diseñados bajo la misma identidad ideológica y fines políticos y económicos ?

Como resultado de la conducta de Petro, presuntamente afectada por la patología denominada “misantropía esquizofrénica”, donde el egocentrismo, la egolatría y la convicción de ser un personaje mundial, lo lleva a cometer ridículas y peligrosas actuaciones, entre ellas desafiando a los más poderosos líderes del mundo. Podrían surgir muchas más inquietudes, pues los colombianos navegamos en un mar de tormentas, ocupando un barco, que tiene profundas y gigantescas brechas.

Ahora bien, el reciente nombramiento del General Pedro Sánchez como ministro de Defensa, tiene también unos puntos de reflexión, que es importante que los comentemos brevemente.

Uno, es el “pasaje”, tan publicitado sobre la recuperación de los niños indígenas, de las selvas colombianas, hace unos meses. Esto muy seguramente, no se trata de un hecho aislado, pues esto, incidió en el nombramiento del general Pedro Sánchez.

Las condiciones que rodearon ésta “novedosa operación”, dirigida por un desconocido General de apellido Sánchez, perteneciente a la Fuerza Aérea, el cuál haciendo gala de una notoria dialéctica populista, muy afín a la dialéctica utilizada por la izquierda, ungía a los indígenas y su guardia, como protagonistas en el rescate de los niños.

Muchos colombianos no nos explicamos aún la supuesta supervivencia exitosa por varios días y sin ningún tipo de implicación importante de carácter físico o psicológico, en niños de muy corta edad, incluso con la compañía de un bebé, para sobrevivir sin dificultades, en una selva tropical e inhóspita. La condición física, anímica y psicológica, con la que fueron encontrados los pequeñitos, no “cuadraban”, con las explicaciones dadas por Petro y sus funcionarios oficiales incluyendo al general Sánchez. La emoción de los colombianos, por el éxito indiscutible de la operación de rescate, fue explosiva en toda la sociedad y como es habitual en nuestro país, ante un hecho que genera felicidad colectiva, nos olvidamos de verificar los detalles y pormenores de este éxito, por temor a aparecer como insensibles aguafiestas y crueles críticos. La operación tomó entonces diversos rumbos, se hablaron de seres extraterrestres que habían protegido a los niños, de espíritus de la selva, que permitieron su supervivencia, de rezos y de brujerías indígenas y presencia de Pachamama, que habían permitido recuperar a los niños con vida y una serie de fantasías y tropicalismos propios de los colombianos.

Éste proceso es a todas luces inexplicable, desde el punto de vista práctico y real, para los que hemos tenido la oportunidad de recorrer inhóspitas selvas colombianas, donde a pesar de nuestro alto entrenamiento militar, de un apoyo logístico administrativo aceptable, de contar con especialistas en enfermería de combate dentro de las patrullas, dotados de medicinas específicas para el tipo de terreno, aun así y con todos estos recursos a nuestro alcance, algunos entrenados combatientes de las patrullas enfermaban gravemente, por acción del clima, humedad, animales y condiciones generales de esas áreas.

La segunda inquietud que me surge, es la razón por la cual, ese mismo General Sánchez, aún con las preguntas latentes y sin respuesta sobre la operación de rescate a los niños indígenas, fue sorpresivamente escogido por el propio Petro, como jefe de la Casa Militar y director de seguridad personal de su familia. Entre tanto, días después, se conocía los nombramientos de Armando Benedetti y Laura Sarabia en importantísimos cargos del gobierno, después de que los medios de comunicación revivieron antecedentes y siniestros diálogos, dónde empañaban la transparencia y ética de la campaña electoral de Petro.

Este maremágnum de hipocresía y cinismo, es rematada hace pocos días, con él “sorpresivo” nombramiento del General Sánchez como ministro de Defensa.

Recientemente se conoció una entrevista montada por Hollman Morris, conocido escudero de Petro, a través de RCTV, la cadena radial privada de Petro, dónde se entrevistó al General Sánchez, aun portando su uniforme, de oficial de la fuerza aérea.

A lo largo de la entrevista, se puede evidenciar que esta se fabricó con el fin de aprovechar la presencia y la figura del General, para enaltecer y publicitar, con engaños y medias verdades, la gestión de Petro. El general Sánchez le “agradece”, la creación de un centro de bienestar para soldados, proyecto de vieja data, anterior al gobierno de Petro. Este agradecimiento lo matiza, manifestando la opinión pública, que Petro es el “mandatario”, que más le ha apoyado a las Fuerzas Militares, afirmación que carece de verdad, pues los recursos que reciben las FF.MM, no son un obsequio de los gobiernos, sino una obligación de Estado, con los impuestos de los colombianos, para apoyar sin dilaciones, las mejoras, adquisiciones, modernización y apoyos sociales y operativos, necesarios y presentados a planeación nacional, por los comandos de Fuerza. Hay que reconocer, que la mayoría de esos proyectos, han sido apoyados por los gobiernos anteriores, sobresaliendo naturalmente el del General Gustavo Rojas Pinilla.

La entrevista de Morris a Sánchez más que una entrevista periodística se convirtió en una estrategia populista y partidista, con la participación de un militar en actividad, al cual no le correspondía por posición, cargo y jerarquía, calificar la empatía del gobierno con sus fuerzas militares.

Para mí el general, no solo es una víctima más, de este trabajo político y psicológico que está adelantando la extrema izquierda, sino un alfil ideológico, que las extremas pretenden ir esculpiendo con el tiempo, como ha ocurrido con muchos militares en Venezuela, Nicaragua y Cuba.

Ojalá, esto no ocurra en Colombia, y la gestión del nuevo ministro de Defensa esté por encima de cualquier pretensión ideológica y personal, en defensa de la institución, la ley, la soberanía, la democracia y la constitución, tal como seguramente le inculcaron en la escuela de formación, Marco Fidel Suárez, desde su ingreso a la institución militar, así su actitud y comportamiento como ministro, le sea contraria, al proyecto político de Petro.

25/02/2025 | Por T. Coronel Gustavo Roa C. | Consultor en Sistemas de Gestión de Continuidad de los Negocios

https://lalinternaazul2.wordpress.com/2025/02/25/el-arte-de-manipular-y-enganar-mas-vigente-que-nunca/

Compartir:

WhatsApp
Facebook
Twitter
Telegram
Email

Esto se cerrará en 0 segundos