El creciente descontento de la mayoría del pueblo colombiano con la actual coyuntura, agravada con la agresividad de la extrema izquierda que pretende llevar a Colombia al socialismo, imponen pasar de la palabra a la acción antes de que sea demasiado tarde. Ello nos ha conducido a la fundación de esta alianza ciudadana, cuya razón de ser se plasma en la siguiente
RAZÓN DE SER:
La suscripción de un acuerdo humillante para Colombia entre el gobierno de Juan Manuel Santos y los narco-terroristas de FARC, trajo dramáticas consecuencias que tienen al país naufragando en una desgraciada coyuntura que afecta todos los órdenes de la vida en sociedad.
1.- Democracia
Se ha vulnerado por completo la voluntad soberana del pueblo, como constituyente primario y depositario del poder, al desconocer su rechazo en el plebiscito del 2 de octubre de 2016 al proyecto de acuerdo sometido a su aprobación. Se ha dado un golpe de gracia a la Democracia, que desde ese momento ha dejado de existir en Colombia.
2.- Estado de Derecho
El Estado de Derecho se rompió en mil pedazos. Una Corte Constitucional al servicio incondicional del binomio FARC-Santos, homologó el asalto cometido contra la Democracia y la Legalidad, dando vía libre a toda una serie de atropellos, donde ya no se respetan los principios jurídicos, ni la separación de poderes, ni la igualdad de los ciudadanos ante la ley.
3.- Seguridad y orden público
El mantenimiento del orden público y la garantía de la vida y los bienes de la población, mediante el ejercicio de las funciones de Comandante de las Fuerzas Militares por parte del Presidente de la República, se ha abandonado. La sociedad entera reclama seguridad y castigo a la delincuencia.
4.- Tráfico de estupefacientes
Gracias a las ventajas concedidas a los narcotraficantes en el claudicante acuerdo de La Habana, a la suspensión de medidas como la aspersión aérea a los cultivos de coca y a la impunidad impartida por la JEP, tribunal creado para favorecer a los criminales de las FARC, el cultivo de coca y la exportación de estupefacientes han crecido de manera exponencial y nos hemos convertido en un narco-estado. Los ingresos ilícitos de la coca sustituyen las exportaciones tradicionales venidas a menos. Todos los estamentos de la sociedad padecen la penetración de este perverso generador de violencia y corrupción.
5.- Corrupción
Una corrupción desbocada que condujo a la reelección de Santos, con la ilícita participación de Odebrecht, ha permeado todas las ramas del poder, mientras los entes de control y los administradores de justicia se hacen los de la vista gorda. Ninguna medida efectiva para combatirla es aprobada, y se mantiene la burocracia designada por el gobierno más corrupto de la historia.
6.- Despenalización del aborto
Con violación del principio de la inviolabilidad de la vida, la cual existe desde el momento de la concepción, la Corte Constitucional, en manifiesta usurpación de las funciones del Congreso, ha introducido excepciones a la penalización del aborto y ahora pretende extenderlo en forma ilimitada, lo que permitirá el más grande y execrable de los genocidios, con el visto bueno de las autoridades.
7.- Destrucción de la familia tradicional
Con la firma del malhadado acuerdo de La Habana se ha introducido en nuestra legislación y se quiere imponer a una sociedad tradicional y cristiana como la nuestra, la ideología de género, que destruye el concepto de la familia tradicional y el fin de la pareja a la luz de la ley natural.
8.- Postración de la Justicia
Jamás había soportado el país una ausencia tan protuberante de Justicia. El origen político de las Cortes y la manipulación de las mismas a través de privilegios y concesiones, las han convertido en tribunales parcializados, politizados y, en algunas ocasiones, totalmente corrompidos. El esperpento jurídico de la JEP, tribunal diseñado para la absolución de los miembros de las FARC y la persecución de sus contradictores, ha profundizado aún más la crisis de nuestra administración de Justicia.
9.- Recesión de la economía
Desde la anterior administración la deuda pública nacional viene creciendo en forma desmesurada para atender los costos de un gigantesco e ineficiente aparato estatal. Se intenta reducir el déficit fiscal manteniendo una elevada tasa de impuestos que agobia a la población e impide el desarrollo económico. Gracias al ingreso de enormes sumas de dinero provenientes del narcotráfico, se sustituyen las inexistentes exportaciones tradicionales mientras se importa de todo, hasta productos agrícolas que deberíamos estar produciendo. Tenemos la certeza de que en pocos años se agotarán nuestras escasas reservas petrolíferas, pero nos negamos tozudamente a explotar el fracking .Marchamos irresponsablemente hacia una irreversible recesión económica.
10.- Rol de las Fuerzas Militares
Los acuerdos celebrados con los criminales de las FARC equipararon las fuerzas militares, que cumplen el papel de defensores de la institucionalidad con los narcotraficantes a quienes combatieron. Hoy se ha perdido el respeto a las fuerzas del orden, como se constata en las agresiones que reciben en las calles cuando tratan de impedir los desmanes de una turba de vándalos encapuchados. Carecen en la actualidad de los aviones, helicópteros, tanques y demás elementos para cumplir su misión y ha sido recortada su capacidad operativa y su presupuesto. Jurídicamente la izquierda ha arrinconado a los militares para impedir que cumplan con su misión de guardar el orden, perseguir la delincuencia y garantizar la soberanía en todo el territorio de la Nación.
11.- Educación para la revolución
Se ha entregado la educación oficial a un sindicato de orientación comunista, FECODE, cuyo objetivo no es la preparación académica ni la formación de los educandos, sino la propagación del virus del socialismo del siglo XXI. Similares circunstancias se observan en la universidad pública y privada, cooptadas por rectores y profesorado con esa marcada tendencia ideológica. Ni la sociedad ni los Gobiernos se percatan del problema y se limitan a padecer un permanente estado de anarquía en los centros urbanos, alimentada por masas de estudiantes completamente manipuladas por la extrema izquierda.
12.- Deterioro del medio ambiente
Ríos y bosques son contaminados diariamente por la enorme y creciente siembra de cocaína y los laboratorios productores del alucinógeno. La minería ilegal que explotan los subversivos convierte los ríos en lodazales, mientras los líderes guerrilleros son premiados con curules en el Congreso. No existen políticas para aumentar el índice de biodiesel en los combustibles, promover las fuentes alternativas de energía (eléctrica, eólica, solar), trasformar el transporte público en vehículos no contaminantes, sacar de las ciudades las industrias que contaminan el ambiente, etc. De allí que sean inocuas medidas tan perjudiciales como los “pico y placa” ambientales.
13.- Desmoralización de la sociedad
Para resumir, se han abandonado los principios tutelares de la civilización cristiana, el respeto por los valores familiares y tradicionales que conformaron nuestra nacionalidad, el cumplimiento de la ley y de las decisiones del pueblo soberano, el castigo del delito, el predominio del bien común sobre los intereses particulares, el amor a la Patria y las buenas costumbres heredadas de nuestros ancestros.
De tu indiferencia o activa participación depende que podamos superar entre todos esta catastrófica situación que atraviesa nuestra querida Patria.
Por Luis Alfonso García Carmona – Director ARCO – 2/03/2020
director@alianzareconstruccioncolombia.org