Estratagemas populistas, para engañar a los electores en el 2026

 

Reflexión popular.

“El ladrón vulgar, te roba tus pertenencias, tus derechos, y tus propiedades; el político ladrón, te roba tu voluntad, tu tranquilidad, tu felicidad, tu salud, tu estabilidad económica, tu futuro, tu pensión y hasta tu trabajo. El primer ladrón te elige a ti y al segundo… lo eliges tú… entonces decide”.

Se siente algo de sosiego colectivo, cuando percibimos que estamos en la recta final, de la pesadilla política más grande vivida por Colombia en su existencia republicana, la mayoría de los colombianos manifiestan que se percibe, una luz al final de este túnel, qué tanto daño le ha causado a la sociedad en su conjunto.

Un grupo de resentidos extremistas de izquierda, varios de ellos pertenecientes al antiguo grupo terrorista M-19, qué tanto derramamiento de sangre, dolor y genocidio, conmocionó a Colombia durante las décadas del 70 y 80, engañando reiterativamente y sin contemplación, a sus propios electores, los cuales manifiestan hoy, públicamente su inmensa decepción.

Parece inadmisible, que antiguos terroristas, que debían ser castigados severamente por la justicia colombiana, y contrario a lo que manifiestan con rencor y extremo odio, debían en cambio, expresar su agradecimiento hacia el Estado, la justicia y el Congreso de la época, que generosamente les extendió la mano y gracias a otros artilugios políticos y jurídicos, lograron que todos sus delitos quedaran en la impunidad y el ostracismo, pero no el olvido, de aquellos que vivieron directamente el producto de su violencia y aún recuerdan sangrientos episodios realizados por el M-19. Este proceso de indulto manipulado, les devolvió sin ninguna contraprestación legal, sus derechos ciudadanos, a tal punto, que uno de sus integrantes, el cual realizó prácticas terroristas y delictivas, utilizándolas como modelo de manifestación contra un pueblo atónito, logró años más tarde, hacerse elegir en unas condiciones “sui generis” como presidente de la república. Este objetivo lo logró, utilizando mecanismos psicológicos, contenidos en la vieja estrategia de la ‘filosofía del engaño izquierdista”, a través de falsas promesas, mentiras sistemáticas, distorsión de la verdad y una dialéctica victimizante.

Una vez el ex integrante del antiguo grupo terrorista, logró su propósito, procedió a “colar” en casi todas las áreas del gobierno y del Estado, a varios ex integrantes de ese grupo, en importantes cargos de su gobierno, a pesar de su falta de preparación, experiencia, experticia y habilidad.

Pero el despropósito, de colocar en el gobierno a personas con oscuros pasados judiciales, no ha sido suficiente para su proyecto político, ni las cosas se han detenido ahí. Varios de estos fanáticos petristas, con el transcurrir de los acontecimientos políticos, le han dado la espalda a ese jefe populista y falso promesero, como ha ocurrido con la Vicepresidenta, Francia Márquez, antigua paladín petrista, pero hoy engañada y decepcionada, le manifestó, durante una vergonzosa parodia de consejo de ministros, la expresión unánime de la comunidad afrocolombiana del sureste de Colombia, la cual en una de sus visitas, le exteriorizaron con sinceridad, “que esas regiones del Cauca, estaban mucho mejor, en aspectos de seguridad, desarrollo social y economía, en el ejercicio de los pasados gobiernos y no en éste, del cual ella hacía parte”. Esta es una manifestación pública, qué hace la segunda persona en jerarquía del gobierno de Petro, con elementos de juicio, evidentes y totalmente comprobables, pues el pacto histórico, no solo engañó a los colombianos que habían recibido tantas promesas de Petro, con un discurso soberbio, amenazante, pero falsario y mentiroso, que también ejerció un efecto negativo en sus propios electores, los cuales hoy se sienten engañados, birlados y burlados. Aun así, algunos de sus fanáticos seguidores, que sean repartidos en la feria de la corrupción, puestos, recursos y burocracia, aún no quieren aceptar ni entender, el engaño sistemático, de una persona que seguramente sufre la peligrosa patología denominada, misantropía esquizofrénica.

Las elecciones en Colombia están previstas, si nada “raro y previsible, pero no comprobado” ocurre, para el año 2026, en el mes de mayo. Ante esta vecindad de tiempo, Petro ha iniciado un agresivo trabajo, de manipulación de la psicología social, ha decidido nombrar un gabinete, enfocado a una labor específicamente electoral. Dentro de los estratagemas que tiene previsto este sector político para ganar nuevamente las elecciones, está presente siniestro engaño, enfocado a enaltecer el pasado del grupo terrorista M19, a través de la difamación, de la mentira, el ocultamiento de la verdad y del engaño, por esta razón, apreciamos en sus intervenciones públicas y privadas, cómo exalta a sus antiguos colegas cabecillas, estimulando la aparición pública de la bandera de ese grupo, e incluso tomando el sombrero que usaba uno de estos forajidos, para colocarlo en un lugar privilegiado, de manera cínica, dentro de las instalaciones de la Casa de Nariño que también estuvo en la mira del grupo terrorista, como si ocurrió, con la toma criminal del Palacio de justicia.

En recientes intervenciones en plaza pública, Petro ha estimulado la utilización de la bandera del grupo terrorista, en diversos actos públicos, como argumento publicitario para su próxima campaña. En reiteradas ocasiones ha manifestado que sus colegas integrantes, no fueron terroristas sino “rebeldes”, aprovechando la aparente similitud de su significado, una apreciación que es errónea y de mala fe, ya que tanto una palabra como la otra, tiene una diferencia profunda en su contexto general, en su modus operandi y praxis.

Es fundamental, que los colombianos conozcamos y aclaremos de una vez por todas, la diferencia entre estos términos, para evitar más manipulaciones y la utilización de “palabras talismanes”, las cuales buscan confundir a su auditorio, y convencerlo a través de la manipulación etimológica de las palabras.

No podemos permitir, que nos siga engañando, Gustavo Petro con la artera manipulación de palabras, utilizando una dialéctica victimizante y perversa, mediante una forma de estrategia, populista, electorera y politiquera.

Revisemos ahora las dos definiciones que nos ofrecen la RAE y también la enciclopedia digital Wikipedia.

REBELDÍA. Definición.

«La rebeldía es un tipo de comportamiento humano, caracterizado por la resistencia o el desafío a la autoridad, la desobediencia de una orden o el incumplimiento de una obligación sea o no justa la causa. Por lo cual, la rebeldía puede ser positiva o negativa dependiendo del propósito sincero y verdadero».

Según la amplia definición, que hemos observado anteriormente, la rebeldía, no es desde ningún punto de vista, aplicable o comparable, con conductas terroristas, genocidas o narcotraficantes, características en las acciones contra el estado y contra el pueblo colombiano, que fueron evidentes durante la existencia del grupo terrorista M19, tal como lo describe la historia, en más de una veintena de actos, violatorios del derecho internacional humanitario y cometidos a lo largo y ancho del país, durante el siglo pasado.

Por esta razón vale la pena aclararle a Petro, la diferencia entre los dos términos, pero especialmente a sus ya reducidos, fanáticos y seguidores y a los ex integrantes de ese grupo terrorista, y también a todos aquellos que, de manera ingenua o ignorante, exaltan la existencia de un grupo criminal, gracias al empleo del engaño y a la manipulación de la denominada psicología social.

Después de este cuatrienio, ningún colombiano con una mediana capacidad de análisis lógica, de sensatez, de congruencia y de coherencia, podría afirmar, que al mantener este infame y funesto, modelo de gobierno, Colombia lograría algún tipo de desarrollo sostenible en lo social, político, económico o relaciones internacionales, áreas de la administración pública, que hoy se encuentran, después de 3 años del gobierno izquierdista, en total postración.

La estadística, las proyecciones, los cálculos, demuestran matemáticamente, la desastrosa gestión adelantada por este movimiento denominado pacto histórico, nacido en las entrañas mismas del M-19.

La desorganización, la ineptitud, la incoherencia, la mentira, la falsedad, el engaño y la trampa, de los actuales integrantes del equipo de gobierno, son características propias, que están a la orden del día.

Esta sencilla pero directa argumentación, debe ser determinante para que los que aspiran a postularse, por ese catastrófico movimiento del pacto histórico o cualquier otro nombre que le quieran dar, para resucitar él continuismo de este bodrio de administración pública, que Colombia, está hablando a través de las periódicas encuestas, las cuales demuestran, qué el sinestro periodo de gobernanza, no se debe hacer acreedor, ni siquiera a un 30% de votos para elegir cargos de elección popular, con el degradado pretexto, de mantener el continuismo desaforado de la izquierda extrema.

Esta es la forma democrática más sensata, para castigar a los inoperantes, inútiles e ineficaces, integrantes del actual gobierno, que nos han llevado sin remedio, a la postración del pueblo colombiano.

Colombia debe votar a conciencia, recordando las evidencias de depravación y degradación oficial, las estadísticas de incumplimientos de promesas, los antecedentes de un gobierno altamente proclive a la corrupción, la deteriorada situación política, económica y social y los exiguos resultados de sus promesas y el saqueo y desfalco permanente, de los recursos oficiales.

Colombia no puede volver a equivocarse, como lo hizo en el 2022, equivocación que nos costará, más de 16 años, para la reconstrucción nacional.

5/03/2025 | Por T. Coronel Gustavo Roa C. | Consultor en Sistema de Gestión de Continuidad de los Negocios

https://lalinternaazul2.wordpress.com/2025/03/05/estratagemas-populistas-para-enganar-a-los-electores-en-el-2026/

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