¿Sin enemigo a la vista?

Hemos sostenido que el infame encarcelamiento de Álvaro Uribe Vélez no ha sido un hecho aislado, sino que responde a un proceso liderado por el castro-chavismo, con la mira de tomarse el poder en las elecciones del 2022.

Basta con preguntarnos: ¿Quién encabezó la tramoya urdida para detener a Uribe? El senador Cepeda, el conocido como “senador de las FARC”, el mismo que durante años ha visitado las cárceles del país y del exterior ofreciendo prebendas a todo reo que acepte calumniar a Uribe o a su hermano Santiago. Y, ¿a qué colectivo pertenece? Al Foro de Sao Paulo, una especie de “junta directiva” del socialismo del siglo XXI (nuevo ropaje con que se viste el comunismo).

Pues recientemente, actuando como anfitriones los cabecillas de las FARC, se reunió el mencionado Foro, con asistencia de Lula da Silva, Pepe Mujica, Alberto Fernández, Zapatero, Maduro, Samper, Vilma Rouseff, Fernando Lugo, Correa, Evo Morales. Vaya colección de prontuarios la que lograron reunir.

Informa Luis Velásquez Alvaray (https://venezuelaunida.com/luis-velasquez-alvaray-ultima-reunion-del-foro-de-sao-paulo/): La introducción correspondió a la representación colombiana, quien mostró su alborozo por la Detención del Expresidente Álvaro Uribe Vélez, que según indican es el gran inicio de la tormenta bolivariana. “Ha comenzado a funcionar la justicia, y es un trabajo que venimos haciendo desde hace muchos años.”

Queda, entonces, demostrada patentemente nuestra tesis de que este atentado contra la presunción de inocencia y el derecho al debido proceso del expresidente Uribe responde a un proceso iniciado hace varios años por la extrema izquierda.

Más grave aún son los 20 puntos aprobados en este tenebroso encuentro. Veamos los dos primeros:

  1. Después de la pandemia, se propone desarrollar “el plan estratégico de la desestabilización”. Aprovechar la debilidad económica de los Estados. Bajo la hambruna, organizar a la gente, contra el sistema imperante.
  2. Generar movilizaciones masivas, como las anteriores al covid 19, que resultaron actos desequilibrantes, en Chile, Colombia, Ecuador y restos de satélites de la órbita estadounidense.

Recordemos que hasta el comienzo de la cuarentena venían las organizaciones de izquierda programando semanalmente la toma de las calles en las principales ciudades, causando daños a los sistemas de transporte y a la infraestructura pública y privada, y coartando los legítimos derechos de la  ciudadanía al trabajo y a su libre movilización. Terminado el aislamiento ya anuncian nuevas protestas,  sin que se sepa a ciencia cierta contra qué o contra quién. Para eso cuentan con mesnadas de incautos estudiantes manipulados por sus maestros,  y con agitadores profesionales importados de Venezuela y Cuba.

Simultáneamente, los líderes del totalitarismo de izquierda incrustados en las alcaldías de Bogotá, Medellín y Cali, y los congresistas de los partidos de la izquierda radical aliados con sus compinches del santismo,  procuran con el poder a su alcance torpedear los programas de recuperación económica y social, fomentar el caos y la pobreza, para generar una hambruna general que favorezca sus protervos fines.

Para nada les interesa la recuperación del país ni la atención de las necesidades que el pueblo está padeciendo después de esta pavorosa pandemia, aún sin superar. No. A ellos sólo les interesa el poder. Y quieren lograrlo en el 2022. Creen no tener enemigos a la vista.

Pero se olvidan de las mayorías silenciosas de este país, donde nunca ha podido germinar la semilla del comunismo. En los momentos de graves amenazas, como la que se cierne sobre nuestra nación en el 2022, los colombianos de bien, que quieren a su Patria por encima de los partidos o de sus jefes, se unen para decir NO a la entrega del país al comunismo, NO al narcotráfico, NO a la corrupción, NO al hambre y a la anarquía a la que nos quieren conducir, NO a la falta de Justicia, NO  a la destrucción de la familia tradicional. Ya estamos despertando y la Alianza Reconstrucción Colombia los invita a trabajar sin pausa hasta el 2022 para conformar un Congreso de manos limpias, honestas, sin turbios pasados, con el compromiso de reconstruir el país. ¡ Reconstrucción o catástrofe!

P.S.- En próximas columnas me referiré al resto de puntos aprobados en el Foro de Sao Paulo.

Luis Alfonso García Carmona, Presidente de Alianza Reconstrucción Colombia,10/09/2020

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