Desde el tiempo de las caravanas llamadas “Vive Colombia, Viaja por ella” instauradas en la administración del expresidente Álvaro Uribe Vélez, cuando la seguridad retorno a las vías nacionales y con ella las personas dejaron de estar secuestradas por la delincuencia en las principales urbes; no se sentía el grado de inseguridad que ahora implica viajar de Medellín a la Costa Atlántica en su paso por el sector de Puerto Valdivia.
El pasado mes de enero, unos muchachos del departamento de Caldas, que iban a conocer el mar, fueron secuestrados por la organización narcoterrorista de los Caparros en el sector de Puerto Bélgica, corregimiento de Valdivia. En el mes de febrero, una familia que viajaba del departamento de Cauca en búsqueda de una oportunidad laboral en el departamento de Bolívar, en el mismo sector fue secuestrada y obligada a pertenecer a ese mismo grupo narcoterrorista.
En plena semana santa, la vía fue cerrada por manifestantes que quemaron vehículos de transporte de carga, en Puerto Bélgica y cuando un vehículo de transporte público hizo caso omiso de la orden de detención, los delincuentes abrieron fuego dejando como saldo a dos menores heridos por impacto de bala.
Solo cuando hay acompañamiento del ejército nacional, es posible pasar por el sitio, lo que conlleva a una sensación de inseguridad en el tránsito de las personas que se dirigen desde el Departamento de Antioquia hacia la costa caribe colombiana.
La inseguridad en las vías ha tenido un incremento desmedido en los últimos meses; casos de delincuencia común, en donde por medio de retenes ilegales despojan de las pertenencias a las víctimas que transitan, principalmente en horas de la noche, no respetan ni a las ambulancias, como fue un caso de hace dos semanas, en donde la ambulancia del municipio de Caicedo fue asaltada por la delincuencia cuando estaba en su recorrido para llevar a un enfermo a la ciudad de Santa Fe de Antioquia.
El deterioro de la economía gracias a las malas medidas aplicadas durante la pandemia, ha disparado las cifras de desempleo que hoy bordea el 15.9% y si a esto se le suma el subempleo que está en el 48%, se resume en que, 64 de cada 100 colombianos, no saben si pueden tener recursos para llevar comida a la mesa.
La violencia está desbordada por todos los puntos cardinales del país, el desempleo es una de las principales fuentes de mano de obra para los grupos de delincuencia común y organizada, y mientras tanto, el presidente Duque sigue distraído en recibir premios por su vespertino diario en donde solo enseña a como lavarse las manos.
Carlos Andrés Echavarría, IFM Noticias, 11/04/2021
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