En la era petrocaótica de comunismo delirante algo sí está en progreso vertiginoso, la anarquía como proyecto político gubernamental, naturalmente acompañada con desacople institucional. Así resulta vital entender el anarcomunismo, sus fines y medios que pretende imponer con autoritarismo el dictador en curso que agrede la Constitución con deformación instrumental y expone cada vez con más vehemencia sus tiránicas pretensiones.
Anarcomunismo para Wikipedia “también conocido como comunismo anarquista, comunismo libre, comunismo libertario y anarquismo comunista, es una teoría del anarquismo que aboga por la abolición del estado, el capitalismo, el trabajo asalariado y la propiedad privada, a favor de una propiedad común de los medios de producción, democracia directa y una red horizontal de asociaciones voluntarias”; mejor dicho, ni calcado para acá.
Las alertas sobre sus formas para abolir la democracia están en “Anarquismo y Comunismo” (Fundación Federico Engels 2005), en especial lo dicho por Juan Ignacio Ramos, quien advierte que “la aspiración del comunismo no es otra que la desaparición de las clases y por tanto de su instrumento de dominación y opresión. Sin embargo, entre el acto de la toma del poder y la instauración de la sociedad comunista existe un periodo de transición en el que el poder obrero se ve obligado a defenderse de los intentos de contrarrevolución burguesa y organiza las bases económicas de la nueva sociedad. Un periodo que exige de una forma de organización social, la democracia obrera o dictadura del proletariado”; lo que vivimos con el petrocaos.
Esta es la gran amenaza que hay en Colombia, heredada de la enquistada miseria cubana que hizo metástasis en Venezuela y Nicaragua, con el agravante que sus líderes en contubernio soterrado y maléfico buscan con ideología decadente llevar a la región a perpetuar las cadenas de la ignorancia, atraso y pobreza, secularizar el deterioro de la cohesión y movilidad social, además de aumentar la dependencia económica y política de la nefasta influencia rusa y china que debilitan la soberanía y ponen en riesgo nuestra autonomía y supervivencia.
El resultado adverso por evitar es el engendro del desacople institucional, según IA, falta de conexión y sintonía entre las instituciones con la sociedad y entre instituciones por diferencias en objetivos, valores y prácticas que dificultan la coordinación y eficacia, expresada en distanciamiento y apatía ciudadana que percibe que estas no representan sus intereses, tampoco atienden sus demandas, ni responden a sus necesidades, con prácticas obsoletas irrelevantes e inefectivas que causan frustración y pérdida de legitimidad y confianza, pero peor aún aumentan la conflictividad social, la desigualdad y exclusión.
Así la revolución anarcomunista progresista se nota por el desacople progresivo en la capacidad institucional, la progresividad en los déficit comercial y fiscal junto con la deuda, la pérdida progresiva en la calidad de inversión y el incremento de la inseguridad y los males expuestos en los párrafos anteriores que progresan al asfixiante son del petrocaos.
Veredictum: Conexión anarcomunista y narcomunista.