Soy Luis Guillermo Echeverri Vélez, durante 8 años fue director ejecutivo por Colombia, Perú y Ecuador en el Banco Interamericano de Desarrollo BID y sus entidades. Hablo en representación de miles de profesionales que hemos manejado las relaciones económicas, políticas, comerciales y regionales entre Colombia y Perú.
En cuanto al asunto de la pequeña isla de Santa Rosa en el Rio Amazonas, que maliciosamente ahora resolvió convertir Gustavo Petro en un incidente o altercado internacional quiero decir lo siguiente:
1. La ignorancia de Petro dentro del país es tan grande, como psicodélica es su imaginación que lo ha llevado a creerse el superamigo salvador del planeta dotado del don de expandir el virus de la vida por las galaxias.
2. Todos los malos presidentes inventan guerras y problemas fronterizos muchas veces inexistentes, para llamar la atención y crear problemas que en el mundo real por lo general son inexistentes o que en la práctica son temas solucionables y sin consecuencias significativas en términos comparativos con otros problemas que sí son graves y demandan atención inmediata.
3. Armar lío con el Perú por la isla de Santa Rosa, es tan solo otra de las típicas cortinas de humo del discurso incoherente, populista y mentiroso con el cual solo se puede engañar ignorantes, y hace parte de la típicas estupideces de este Presidente que de lo único que es capaz es de hacer daños, generar caos y crear escándalos.
4. Este es el caso de una isla que forma un río dentro de su propio cauce. Recordemos que las aguas cambian de cauce por sí mismas y que a veces tienen memoria y vuelven a cauces anteriores. Por tanto, este es un fenómeno natural que consiste en el “lento e imperceptible retiro de las aguas”, donde un vecino o el dueño de una de las riberas adquiere la propiedad temporalmente.
5. Mucho ojo que no es que Perú adquirió, ocupó, le prescribió o le quitó esa isla a Colombia. Se trató en algún momento de un cambio de cauce o retiro de aguas, y eso en la ley se denomina como “el fenómeno de avulsión” en el cual se accede temporalmente a una propiedad por la vía que la ley describe como “Accesión”. Entonces, si el rio le dejó la isla o un terreno al lado de Perú es de ellos, y si mañana el río lo deja a este lado es de nosotros. Así de simple. Además, dentro de esa misma lógica esa isla ha estado habitada por peruanos.
6. Este no es un tema realmente grave para Colombia. ¿Cómo no va a ser más grave la entrega voluntaria e ilegal de fronteras y soberanía a un gobierno dictatorial e ilegítimo como el venezolano? ¿Cómo no va a ser mucho más grave, la prohibición de la extracción tecnificada del gas, de petróleo, del “fracking”, de la extracción y exportación de carbón y otros minerales, mientras al mismo tiempo su gobierno está auspiciando la devastación de las forestas tropicales y la biodiversidad para sembrar coca, producir lo que mata gente que es la cocaína, y abiertamente auspicia a las organizaciones criminales que controlan la minería ilegal?
7. Petro no es capaz de manejar lo que tiene bajo su responsabilidad. Le está es, dando manivela a problemas intrascendentes, cuando lo que realmente importa son las buenas relaciones y la confianza entre Colombia y el Perú, ampliar el comercio, la apertura de mercados, la estabilidad de las libertades económicas, el incremento de las exportaciones, las garantías de seguridad y la atracción de inversión, y eso solo se logra manteniendo buenas relaciones, no armando peleas innecesarias con países vecinos.
Petro no ha podido con La Guajira, Catatumbo, con las fronteras del sur y del norte, no controla la salida de coca por el Pacífico ni por el Atlántico, y dejó la mayor parte del territorio en manos de las organizaciones criminales narcoterroristas.
Petro es un demente, está loco. Quiere cambiar nuestro sistema de libertades constitucionales y una tradición democrática de más de 200 años, para implantar una dictadura neo-narcocomunista tipo SSXXI.
Y la última que se le ocurrió es que va a suspender el inglés en los colegios para enseñar lenguas indígenas, y así va a sumir a la juventud en el atraso, mientras el mundo real y digital avanza en ingles a velocidades vertiginosas.
Luis Guillermo Echeverri Vélez