El populismo no se derrota con lamentos ni con reacciones emocionales. Tampoco con datos fríos o indignación moral. Su atractivo radica en que simplifica los problemas, señala enemigos visibles y ofrece emoción en lugar de soluciones. Para enfrentarlo y vencerlo, se necesita algo más poderoso: una narrativa convincente, estrategia de largo plazo y acción disciplinada.
Desde Libertank, hemos aprendido y aplicado seis lecciones para contrarrestar el espectáculo populista en Colombia.
1. No jugar en su cancha: contra el espectáculo, propósito.
El populismo quiere arrastrarnos a su terreno: la indignación, el escándalo, el show. Si caemos en esa trampa, perdemos. En vez de reaccionar a cada provocación, debemos fijar la conversación en lo que realmente importa: cómo lograr que Colombia prospere para que cada ciudadano tenga más dinero en el bolsillo y le alcance para más.
Mientras el populismo improvisa, nosotros hablamos de generación de riqueza. Mientras ellos atacan a los empresarios, nosotros mostramos cómo estos transforman vidas. Ellos hacen ruido, nosotros damos dirección.
2. No subestimar al enemigo: saber por qué funciona el populismo.
El populismo no es solo un cúmulo de mentiras, es una narrativa que conecta con las emociones de la gente. Sus seguidores no lo apoyan por ignorancia, sino porque sienten que alguien, al fin, les habla a su realidad.
En lugar de ridiculizar a quienes creen en el populismo, hay que entender sus miedos y preocupaciones y ofrecerles una alternativa mejor. No basta con decir “Petro está equivocado”, hay que demostrar, con ejemplos reales, cómo su vida puede mejorar con más libertad y menos Estado.
3. No basta con decir la verdad; hay que contarla bien.
El populismo es un gran contador de historias. No gana con argumentos, gana con emociones. La clave no es solo tener razón, sino hacer que la gente quiera seguirnos.
La libertad debe convertirse en una historia emocionante. Basta de discursos técnicos, gráficos aburridos y exceso de pragmatismo. Necesitamos relatos inspiradores que hagan soñar. Quien cuenta la mejor historia, gana.
4. No pelear en todas las batallas.
El populismo sobrevive creando conflictos constantes. Quiere arrastrarnos a responder cada escándalo, cada ataque, cada provocación. No caigamos en su juego.
Elijamos nuestras batallas con inteligencia. En vez de debatir cada frase de Petro, enfoquémonos en lo que realmente cambia el clima de opinión: empleo, inversión, oportunidades y seguridad. Si controlamos la conversación, controlamos el futuro.
5. No esperar milagros: construir una legión, no confiar en un salvador.
No habrá un líder mágico que nos salve. No podemos depositar nuestra esperanza en una sola persona o un solo partido.
La clave está en construir una red de líderes: empresarios, académicos, líderes de opinión, jóvenes. En Libertank, este es nuestro mayor compromiso: formar una legión de defensores de la libertad en todos los sectores de la sociedad.
6. No rendirse jamás: jugar a largo plazo.
El populismo quiere que creamos que todo está perdido, que no hay salida. Pero la historia demuestra que las sociedades pueden recuperarse cuando hay quienes luchan por ellas. Si actuamos con cabeza fría, con estrategia y con disciplina, el populismo no tiene futuro. Su modelo siempre fracasa. La clave está en asegurarnos de que, cuando caiga, Colombia no quede destruida.
https://www.larepublica.co/analisis/camilo-guzman-3193497/como-enfrentar-el-populismo-4060174