Cual Pilatos, nuestras autoridades parecen haber optado por lavarse las manos ante la inminente crucifixión de nuestra democracia capitalista y liberal

Todo indica que, con el incumplimiento de la obligatoria auditoría forense internacional para los comicios presidenciales, se inicia el nuevo y definitivo fraude.

La conveniente, paquidérmica y aterradora pasividad de las supremas autoridades -presidente Duque, la Procuraduría, la Fiscalía, CNE y RNEC- ante la cascada de demandas y pruebas en contra del repugnante fraude cometido en las pasadas elecciones al Congreso… parece rayar en el ‘prevaricato por omisión’ y en ‘traición a la Patria’.

Lamentablemente, la desconfianza es total. La legitimidad de los elegidos, Congreso y Presidente, quedará gravemente comprometida; la gobernabilidad, fracturada. Colombia entera se pregunta:

¿Por qué estas autoridades, al unísono, rechazan las elementales medidas cautelares reclamadas a gritos por la ciudadanía? Destacamos estas: remplazo provisional del registrador Vega, postergación de las presidenciales hasta garantizar transparencia y judicialización de los responsables del fraude.

¿Por qué, por la vía de sus hechos, estas autoridades han cerrado filas para preservar el cargo del cuestionadísimo registrador Vega?

¿Por qué públicamente, y sin estar legalmente facultado, el presidente Duque se atrevió a prometerle al candidato Petro que desacatará el reclamo popular para postergar las elecciones?

¡Huele a formol! Colombia ya se siente el frio siniestro de la guillotina en el cuello.

¿Estará todo perdido…? ¿Llegó la hora de saltar del barco?

¡Definitivamente no!

En el ámbito humano, quedan algunas cosas por hacer:

  1. ¡Todos a votar abrumadoramente en defensa de nuestra Civilización Cristiana y de nuestras libertades! ¿Podrías comprometerte a persuadir a 5 abstencionistas de tu entorno, y luego en día de las elecciones, llevarlos a votar?
  2. Ejerzamos con rigor la vigilancia que nos compete como jurados de votación, pero, sobre todo, como testigos electorales. Por cierto, siendo tan fragmentarias las informaciones de la Registraduría, todo indica que, para las presidenciales, la gran mayoría volvió a quedar en manos de Petro y de Fecode.
  3. Sin cansancio, exijamos de las autoridades que, cumpla con celeridad sus obligaciones ante el fraude electoral. No podemos permitir que, por esta vía, se consagren mayorías relativas para el Congreso en favor del petro-comunismo. Ojo, esas mayorías serían suficientes para zarandear nuestro Estado de Derecho, y para precipitarnos gradualmente al infierno castro-chavista.
  4. ¡Dentro de la ley de Dios y de los hombres, organízate con los tuyos, hazte sentir, protesta ante quien corresponda! Esto resultará trascendental para enfrentar el levantamiento de las milicias petro-comunistas, las ‘Primeras líneas’ + guerrillas, que se vislumbra en el horizonte.

Dependiendo de la envergadura y consistencia de las reacciones que sugerimos atrás, se podrá conjurar la tenebrosa labor del intocable ‘CARTEL DEL FRAUDE ELECTORAL’

En el ámbito sobrenatural, en cambio, la ecuación es inversa. Ante Dios Todopoderoso, cualquier gigante en la iniquidad, es menos que nada. Poco importan sus oscuros ejércitos, sus ríos de narco dólares, su poder mediático; tampoco importa la cobarde o enmermelada omisión de los llamados a defender las murallas (religiosos, políticos, empresarios…). Ante Dios, ¡nada son!

Se impone entonces la elemental pregunta: ¿cómo ponemos a Dios, sabio y justo, de nuestro lado? La respuesta es simple, y la encontramos en el Padrenuestro: pidamos perdón por nuestros pecados, rectifiquemos nuestras vidas e imploremos con ardiente confianza: “no nos dejes caer en tentación”. Como bien resumía San Antonio María Claret: “A Dios rogando y con el mazo dado!”

Por lo anterior, termino replicando la bella invitación, que circula por las redes, para conformar un ejército de orantes…

26/05/2022 | Por Juan Carlos Ariza Gómez, La Linterna Azul

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