El país está desconcertado porque no sabemos a ciencia cierta cómo es el estado de la Nación, y más grave aún, qué se cuece detrás de ese escenario contradictorio que nos pintan los medios. Es evidente el avance de las guerrillas y grupos criminales en prácticamente todos los rincones del país, alimentados por una Paz Total equívoca que sembró la impunidad bajo la figura de los ceses al fuego, pero es más notorio este avance en Norte de Santander, Cauca, Arauca, Antioquia, Chocó. A más de ello, lo cierto es que a diario vemos actos de sicariato en Bogotá, Barranquilla, Cali y otras ciudades que están directamente vinculados a la guerra de carteles que representan tanto quienes se proclaman como grupos políticos, como quienes se saben simples y llanos narcotraficantes.

Pero como bien lo anotaba Enrique Santos Calderón, Colombia se mueve entre los ataúdes y las fiestas y en razón a ese espejismo de los conciertos multimillonarios y carnavales de fin y principio de año y ya entrando el mes de marzo, nos encontramos con realidades que hacen sospechar que la situación es aún más grave.

El descontrol que mostró el gobierno en su famoso consejo de ministros abierto, el nombramiento de Benedetti como ministro de gobierno, un hombre a quien no le temblará la mano para ofrecer a diestra y siniestra favores a congresistas para apurar sin mayor debate legislación controversial que la sociedad necesita discutir a fondo. Legislación que dada la ética del funcionario puede pasar por aprovechar el caos creado para sacar adelante situaciones de excepción que garanticen la prolongación del actual gobierno. Indicativo de esto son las declaraciones del nuevo Ministro de la Defensa, quien se hizo célebre por rescatar los niños de la selva con el concurso de los chamanes, quien anuncia que las fuerzas armadas, y las “aeroespaciales” garantizarán las elecciones el próximo año. Es que acaso estaba en duda que en 2026 habrá elecciones para Congreso y Presidente y por ello nunca pensamos necesario que un ministro nos informara que por medio de las armas se procurará garantizar ese derecho. ¿O es que algo está pasando?

Es bien sabido que bajo la gestión oscura del ministro Velásquez en la cartera de Defensa se desmontó la totalidad del sistema de inteligencia que permitía conocer los avances y estrategias de los grupos irregulares y no es dable pensar que esta labor que llevaba años formándose se va a reestructurar en los próximos 18 meses. ¿Será que todo es parte de una estrategia pensada en las noches de insomnio de nuestro Presidente quien adrede ha permitido el avance de las fuerzas oscuras, con el concurso de nuestro vecino Maduro? ¿Será que nuestros partiditos, que no son más que agremiaciones de intereses personales, tienen la cabeza y la voluntad de ejercer como una rama independiente y cumplir son su labor, o será que el botín que les puede ofrecer Benedetti es lo suficientemente jugoso para evitarse la molestia y los gastos de una campaña, que como ya se le “chispoteó” en una ocasión al ministro de marras, ganarla vale más de 15.000 millones de barras?

Mientras tanto, nos hacemos ilusiones con unas cifras económicas pobres, pero mejor que las esperadas, gracias a una bonanza cafetera, con la moneda revaluada que solo pone en peligro el potencial exportador, gracias a dineros probablemente de lavado, y con un gasto público caótico que necesariamente nos llevará a otro ciclo inflacionario . ¡Amanecerá y veremos!

 

 

Carlos Ronderos

Consultor en Comercio y Negocios Internacionales

https://www.larepublica.co/analisis/carlos-ronderos-533356/cual-sera-la-verdad-4070834

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