Drogas ilícitas: ¡Es la oferta, estúpido!

Drogas ilícitas: ¡Es la oferta estúpido!

 

De la célebre frase de James Carville que representó la campaña de Bill Clinton a la presidencia de Estados Unidos en 1992, ¡Es la economía, estúpido!, se corrobora la lógica de mercado que aplica el negocio ilícito de las drogas. El Informe de Drogas, el World Drug Report 2025 de la Oficina contra las Drogas y el Delito de Naciones Unidas, confirma que no es la demanda la que jalona el negocio, es la oferta. Lo que ya intuíamos: el mundo atraviesa lo que titula este organismo internacional: una nueava era de inestabilidad en su relación con las drogas. Drogas ilícitas: ¡Es la oferta estúpido!.

 

Según la Unodc, 316 millones de personas de entre 15 y 65 años consumieron drogas (excluidos alcohol y tabaco) en 2023 -un 6 % de la población mundial-, marcando un récord sin reversión desde 2013. Al mismo tiempo, se registraron cifras sin precedentes en la producción: 3.708 toneladas de cocaína, un aumento del 34 %, con Colombia concentrando el 67 % de los cultivos ilícitos de coca del mundo, alcanzando 253.000 hectáreas de hoja de coca, la cifra más alta en su historia.

 

Los cultivos ilícitos no son una casualidad: los grupos de crimen organizado desarrollaron un modelo basado en la oferta desproporcionada de drogas para alcanzar nuevos segmentos de consumo. Esto explica por qué el mercado no solo crece por la cocaína, sino por la diversificación del ilícito. Para corroborar esta tesis y no estigmatizar más nuestro país con el histórico asunto de las drogas, las reglas de la economía explican y replican este mismo comportamiento en otros países. México y Myanmar dominan la producción de metanfetaminas y gestores de precursores químicos, impulsando la expansión del mercado en estimulantes anfetamínicos y los opioides sintéticos.

 

El análisis señala que no podemos obsesionarnos exclusivamente con incautaciones o reducción de la demanda. Un mercado de consumidores hasta ahora, del 6 % de la población mundial, deja aún un margen gigantesco para que el crimen organizado se expanda y diversifique. Los decomisos pueden crecer, pero la producción también; el negocio se adapta con nuevas rutas, sustancias y redes.

Drogas ilícitas: ¡Es la oferta estúpido!

En conclusión: las acciones no pueden orientarse exclusivamente a propuestas sobre modelos de centros de tratamiento y consumo “controlado”, como invocan los que defienden la legalización, pues ya hay un consumidor, un potencial adicto y un costo altísimo que deben asumir los gobiernos en presupuesto para la salud. El esfuerzo debe concentrarse en los grupos ilegales que impulsan el primer eslabón de la cadena: cultivo y producción, y así, evitar todo lo demás.

 

Nos han vendido un falso dilema que ha enfrentado salud pública y seguridad, cuando lo que debe es complementarlos. Sin duda, el sistema de salud debe responder. Pero si dejamos el negocio en manos del crimen, sencillamente cambiarán los clientes, no el problema. Se necesita un equilibrio: ofensiva contra la oferta, de la mano de la prevención y el tratamiento hacia los consumidores.

 

Este reporte obliga a repensar políticas. En 2013 Colombia alcanzó los niveles más bajos de potencial producción de cocaína: 290 toneladas, hoy registra 2.664. Es escandaloso. Como se comprueba que es la oferta, en lógica de economía, el único freno serían impuestos o el precio, que normalmente se aplican sobre lo legal, pero como es ilegal, la repuesta corresponde a una acción directa contra el actor que origina e impulsa toda esta cadena: el crimen organizado. Este aumento desproporcionado en la producción de drogas se explica en la fallida política de paz total que otorgó concesiones territoriales basadas en los ceses al fuego durante tres años a estos grupos, para ampliar su negocio sin Dios ni ley, además de la aspersión suspendida y una débil erradicación que no compensa la misma cantidad y ritmo de crecimiento de los narcocultivos.

 

Friedrich Hayek de la escuela austriaca de la economía, señalaba que el orden del mercado surge desde la producción y desarrollaba la idea de la economía clásica, de que la oferta crea también su propia demanda. Para el caso de las drogas no es una tarea que le queda a países en vías de desarrollo como Colombia, pues sería seguir acuñando la culpa del problema global, no. Es pensarlo desde la lógica de mercado, pues su insumo principal, los precursores químicos, indispensables para la producción, provienen de países industrializados. En suma, es un enfoque de flujos: desde el origen hasta el consumo, pasando por cada eslabón de la cadena criminal.

 

Es crucial entender que sin desarticular la oferta no se desacelerará el problema. Lo decisivo será atacar las estructuras criminales y los insumos que sostienen este negocio multimillonario. En Colombia y a nivel mundial, será con el nuevo gobierno, la hora de la decisión política firme, de la acción estratégica, operacional y coordinada en la cooperación internacional, porque si no se detiene la oferta, la demanda se sigue sosteniendo, y con ella, la estela sombría del narcotráfico.

10/07/2025
César Mauricio Rodríguez Zárate

Teniente coronel (RP) PhD. Research Associate Leiden University

https://www.larepublica.co/analisis/cesar-mauricio-rodriguez-zarate-3545376/drogas-ilicitas-es-la-oferta-estupido-4176213

Compartir:

WhatsApp
Facebook
Twitter
Telegram
Email