Haciendo honor al que se dice que era su sobrenombre en el grupo criminal M-19, Petro nos llena de caca, es su predilección, así como de alcalde llenó a Bogotá de basura, ahora llena el país de caca en todos los sentidos, político económico, social y sobre todo moral. Analizaré acá solamente el aspecto político. Colombia está vuelta caca, por efecto de la inmoral gestión gubernamental del guerrillero Gustavo Petro.

En lo político nos llenó de caca rebajando el debate a eso, pues no puede montarse en una tribuna, o escribir un post en X, (consuetudinariamente bajo efecto del alcohol o psicotrópicos, y no café, según declaración de su excanciller), sin lanzar una salva de improperios a quien ose no estar de acuerdo con sus totalitarios deseos: h.p, nazi, esclavista, asesino, etcétera. Igualmente, el país está vuelto caca gracias a la genuflexión de los otros poderes a su mermelada. El Congreso, que supuestamente le hace frente, pareciera que los parlamentarios hacen alarde de estar en contra, para subir sus exigencias de mermelada y terminar aprobando las inconcebibles ideas destructivas de Petro; así la reforma laboral aprobada por el Senado dicen los analistas que es más “progresista” (que para mí es retrógrada, pues crea pobreza al aumentar el desempleo o el empleo informal debido a la incapacidad de las empresas a funcionar bajo esa normativa, pues liquida totalmente la productividad eje del desarrollo, haciendo que despidan empleados, medio millón según estudio del Banco de la República), que el proyecto enviado por Petro y aprobado por la Cámara; nombra como magistrado de una Corte al abogado personal del presidente; le aprobó una reforma tributaria extorsiva y un plan de desarrollo socialistoide, al igual que una reforma pensional siguiendo el modelo argentino de estatización, para que quiebre el sistema, como lo hicieron los Kirchner, y así una cantidad de proyectos nocivos por barnizados de ideología izquierdista. La Corte Constitucional declara inconstitucional muchos de sus proyectos, pero los deja en efecto por dos años, en salomónica decisión por medio de la cual cumple su deber de declarar la inconstitucionalidad, pero le permite a Petro de actuar bajo ella. Ni hablar de las “ías” de bolsillo, que causan verdadera pena, sobre todo la Fiscalía abocada a perseguir judicialmente a Uribe, pero dándole impunidad a todos los bandidos petristas, sobre todo a su familia y amigos íntimos.

El país en lo político está vuelto caca por la inseguridad reinante, producto de una estrategia de maniatar a militares y policías para que el crimen reine en el país, tanto el del narcoterrorismo, aliado de Petro en el proyecto de convertir a Colombia en un narcoestado, que es el objetivo del Foro de Sao Paulo, a través de dictaduras del Socialismo del Siglo XXI, como Venezuela y Nicaragua, y ahora lo quiere implantar Petro en Colombia; como el de las bandas urbanas, producto del imperio del narcoterrorismo, que convirtió Colombia de un país solamente exportador de cocaína, en uno también consumidor, dentro del proyecto de convertir caca a nuestra juventud, para que por el vicio sea presa de bandas criminales paramilitares del régimen, como la Primera Línea.

Está vuelto caca el país por la petrificante e inédita situación de unas Fuerzas Militares maniatadas por el gobierno, gracias a acuerdos de ceses al fuego con una cantidad cada vez más grande de grupos criminales de toda laya, desde los aliados de siempre de la izquierda el ELN y las Farc, hasta otros de nueva estirpe, pero con el mismo objetivo. Da pena que el alto mando haya permitido esta situación desobedeciendo su mandato constitucional de defender la soberanía nacional y la seguridad expresados en los artículos 91, 217 y 218 de la Constitución. Pero es vomitivo ver a un ministro de la defensa, general retirado, siendo comparsa de actuaciones inmorales del gobierno como declarar que el atentado a Miguel Uribe tuvo como intención desestabilizar al gobierno, cuando está claro que el autor intelectual del mismo es Petro, por incitar el atentado dado el clima desestabilizador propenso a la violencia creado por sus actos arriba señalados y peor aún la cobarde actuación de ese ministro al sentarse en una tarima con los capos del crimen en Medellín sacados ilegalmente de la cárcel para actuar en un acto que intenta amedrentar al alcalde de esa ciudad y al gobernador de Antioquia, por simplemente ser líderes de la oposición; peor aún la creación de un diálogo de paz con esos criminales, sin la base jurídica que se lo permita. Peor aún la indiferencia del país ante esa actuación de ese venal ministro, ¿dónde está por ejemplo la desaprobación de ACORE a la presencia del ministro de la defensa en un acto de incitación al crimen de Petro con los capos del narcotráfico?

Me causa terror ve que Petro se dirige a la imposición de la dictadura del Socialismo del Siglo XXI a través de una Constituyente, producto de la creación de un estado de anarquía, así como llegó al poder gracias al terrorismo urbano de la Primera Línea financiada por Gustavo Bolívar, que llevó al voto a la izquierda por miedo, ahora quiere imponer una Constituyente gracias a la coacción violenta del narcoterrorismo (ELN y Farc) y a los narcotraficantes en un Pacto de la Picota 2, ahora no limitado al financiamiento, sino extensivo a la violencia, como se vio en el atentado a Miguel Uribe y se avizora con el acto de Medellín, allí Petro nos dijo que está dispuesto a todo y que cuenta con el narcoterrorismo y la criminalidad del país para imponer su voluntad.

Frente a esta debacle política causada por Petro me asusta la tranquilidad del establishment, cualquier otro país medianamente decente y con una democracia vital estuviera por lo menos con el liderazgo político destituyendo y encarcelando al presidente violador de la institucionalidad (lo hizo Perú con Castillo, de quien Petro quiere ser émulo) o en un paro nacional con marchas al palacio presidencial buscando la renuncia del presidente indigno y/o las Fuerzas Militares defendiendo la institucionalidad. Acá solamente tenemos posts en X, por eso concluyo que el país está vuelta caca por Petro. ¿Despertará el liderazgo para limpiar el país de Petro y sus efectos? No lo sé, espero que sí.