Escándalo Roy Barreras: Petro no debe ser presidente de Colombia

Por creerse un político intocable, que siempre se sitúa bajo las alas de los poderosos, Roy Barreras confirmó con desparpajo en una transmisión de Zoom algo que toda Colombia ya sabía. “Ricardo, hay visitas a las cárceles, al pabellón de extraditables, de gente del Pacto Histórico ofreciéndoles la no extradición a los extraditables (…) Le doy los datos y los nombres ahora, eso lo van a sacar pronto, hay que estallarlo”. Esta declaración es de suma gravedad y confirma que el llamado Pacto de la Picota sí existió. La dirigencia política del petrismo estaba enterada de la situación, antes de que el periodista Ricardo Calderón destapara la olla podrida al denunciar las visitas del hermano de Gustavo Petro a dicha cárcel.

¿Qué esperaban a cambio de frenar la extradición de los internos de La Picota? Esta es la pregunta más urgente de todas, porque es evidente que no fue por humanismo que se metieron a la boca del lobo, en plena época electoral, para ofrecer este beneficio a dichos presos. Los extraditables no tienen caudal electoral, por lo que no cabe suponer que el petrismo esperaba votos a cambio de frenar la extradición de distintos delincuentes requeridos por los Estados Unidos.

¿Qué esperaban a cambio? ¿Qué esperaban a cambio Roy, Benedetti, Petro, Piedad y Timochenko a cambio?

Estamos así ante un escándalo que solo se igualaría al Proceso 8.000 de Samper, ese expresidente que no fue capaz de ver el elefante del dinero del narcotráfico en su campaña. Pero, a diferencia de entonces, el petrismo sí vió al elefante e intentó restarle importancia: matonearon al periodista Ricardo Calderón, desmintieron con violencia que el Pacto de la Picota existiera y esa misma semana emprendieron una campaña sucia contra Fico Gutiérrez. Pero el elefante seguía allí.

Volvamos a lo confesado por ese prohombre de la patria llamado Roy Barreras: ofrecer la no extradición es algo que fácilmente puede calificarse como obstrucción a la justicia colombiana y norteamericana. Los expertos consultados por la revista Semana coincidieron en afirmar que estos hechos tienen relevancia penal. No es cualquier cosa.

¿Y qué tiene que ver Gustavo Petro en todo esto? Como cabeza de su campaña, hermano del visitador de cárceles y líder político de Piedad Córdoba, es obvio que debe tener responsabilidad política. Sería inocente suponer que no tenía conocimiento de los hechos o que simplemente los observara sin censurarlos, si se ha demostrado que el Pacto Histórico está dispuesto a todo por obtener el poder.

Nadie o casi nadie en Colombia estaría dispuesto hoy a defender la legitimidad de la presidencia de Ernesto Samper luego del escándalo del Proceso 8.000. Lo mismo pasaría con Petro: si gana, pero siguen las investigaciones por el Pacto de la Picota y se descubren cosas aún más turbias, su presidencia carecería de cualquier tipo de legitimidad. Gracias a ese héroe nacional que es Roy Barreras los colombianos terminamos de entender que Gustavo Petro no debe ser presidente.

Por Óscar Ramírez Vahos, Revista Semana, Bogotá, https://www.semana.com/opinion/articulo/escandalo-roy-barreras-petro-no-debe-ser-presidente-de-colombia/202202/, 

10 de junio de 2022

Nota.- Los subrayados al texto son nuestros.

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