Fecode, la gran fábrica de tontos

Se publicaron esta semana los resultados del Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes o Informe Pisa, realizado por la Ocde. Colombia y los países latinoamericanos quedan nuevamente en lugares muy discretos. El estudio ha evolucionado de las tradicionales mediciones de aptitud matemática y lectoescritora a la evaluación del pensamiento creativo.

 

La capacidad de las personas de hacer las cosas bien, de crear empresa, de innovar y de actuar dentro de un constructo ético pertinente termina siendo el determinante del desarrollo. Un estudio sobre los indicadores clave en los países que han salido del subdesarrollo en las últimas décadas evidencia cambios en su empleo formal, ingreso per cápita, patrón de especialización y respeto por la ley. Cada uno de estos está relacionado de manera directa con los valores individuales señalados inicialmente.

 

Esos valores se construyen en la educación y no se derivan fundamentalmente del pénsum, sino del ejemplo, la visión y los comportamientos que inculcan los padres y los docentes. Países que estaban en situaciones muy complejas, que habían salido de guerras y ocupaciones coloniales, comprendieron que era desde su gente que tenían que emprender su transformación. Hoy están en los primeros lugares en el Informe Pisa.

 

Singapur está liderando el estudio. En 1964 dejó de ser una colonia y hoy es uno de los países de mayor ingreso per cápita. Uno de los componentes clave es su sistema de evaluación docente orientada al liderazgo, al desarrollo y a la competitividad. Procedimientos similares se realizan en los demás países líderes. Taiwán aplica una evaluación con foco formativo y lineamientos nacionales, combinando pares, directivos y retroalimentación de actores. Corea utiliza evaluación anual con múltiples informantes, orientada a la mejora. Hong Kong mantiene una evaluación alineada con estándares profesionales y con indicadores de desempeño. Finlandia privilegia conversaciones de desarrollo y evaluación del sistema.

 

El resultado de estos procesos es contar con docentes comprometidos con la transformación económica y social del país a través de una formación adecuada para sus alumnos. Saben que salieron de la pobreza en dos generaciones por la capacidad social. Estos países son los líderes en dinámica de desarrollo y transformación social. Educación con sentido y compromiso de los docentes con su país han sido las claves.

 

Fecode ha sido refractario a los procesos de evaluación. Ha transitado un camino totalmente opuesto desde 1959. Mientras en el mismo periodo los países arriba citados pasaron del subdesarrollo a la vanguardia, el país se sumió en el estancamiento. Mientras Singapur supera los US$90.000 per cápita al año, Colombia está en US$6.900.

 

Si los docentes de Fecode se comprometen con los niños y jóvenes de este país, podemos transformarnos en las siguientes décadas. Necesitamos un país mejor, con más empresarios, científicos y personas comprometidas con sus trabajos y responsabilidades con la sociedad.

 

Hay un Fecode posible y es uno que se transforma desde adentro. Un elemento importante dentro del Estudio Pisa y que poca atención ha tenido es que los estudiantes colombianos aprecian en sus maestros la capacidad de estimularles la creatividad y la invitación a plantear propuestas. Es desde esos maestros que podemos construir país y cambiar Fecode.

 

Diego Gómez

PhD, Director ECSIM
20/10/2025

https://www.larepublica.co/analisis/diego-gomez-3234242/fecode-la-gran-fabrica-de-tontos-4250474

 

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