La presidenta mexicana Claudia Sheinbaum pone como ejemplo de gobiernos “progresistas”, como el suyo, a las más sanguinarias dictaduras de Hispanoamérica: Cuba y Venezuela

Estas recientes palabras de la nueva presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, son toda una declaración de intenciones de lo que le espera a México.

Porque la presidenta mexicana ultraizquierdista aseguró que las dictaduras de Nicolás Maduro en Venezuela y de Miguel Díaz Canel en Cuba son «gobiernos progresistas», como el suyo.

Cuba sufre las consecuencias del comunismo, que lleva más de 60 años tiranizando la isla y sumiendo a los ciudadanos en la miseria, la pobreza, la represión y el terror. Primero se vio con los hermanos Castro (Fidel y Raúl) y desde hace cinco años, también bajo la presidencia de Miguel Díaz-Canel.

Mientras que, en Venezuela, un reciente informe de la ONU confirmó que la dictadura de Nicolás Maduro perpetró “violencia sexual” contra “niñas, mujeres y hombres” como arma política: “Tocamientos de senos, glúteos y genitales y desnudez forzada”. Ese informe de la ONU detalla también torturas consistentes en “descargas eléctricas, golpes con objetos contundentes, asfixia con bolsas de plástico, inmersión en agua fría o forzada privación del sueño”.

Así que calificar como «gobiernos progresistas» a las dos más sanguinarias y longevas dictaduras comunistas de Hispanoamérica, parece una broma de mal gusto. Pobres hermanos mexicanos, la que os espera con esta mujer…