No le hace bien a Colombia

Con la paz total de Petro, los grupos al margen de la ley, de toda denominación, se han fortalecido. Lo del Catatumbo es un horror. Decenas de personas asesinadas, miles de campesinos desplazados, inestabilidad en toda la región. Difícil una situación peor. El ELN que ha usado los diálogos con el gobierno para fortalecerse.

Tienen razón quienes afirman que lo que sucede en el Catatumbo, Norte de Santander, tiene que ver con Venezuela. El régimen de Maduro acogió al ELN y allí nadie los persigue. La medida del gobierno de conmoción interior es desesperada y servirá de poco. El mal ya está hecho.

Y lo mismo ocurre en otras regiones como Cauca o Tolima. De muchas zonas se oyen noticias de secuestros y desplazamientos de campesinos. Y la siembra de coca creciendo en todo el territorio nacional sin que el gobierno haga nada.

El tema de seguridad es hoy crítico en Colombia. El Gobierno reactivo, el Congreso no hace nada, no hay un solo dirigente del Pacto Histórico que hable del tema. ¿Qué hacer?

Con este gobierno no hay esperanza de arreglar semejante situación. La capacidad de autocrítica del gobierno es cero. Será la tarea prioritaria del próximo gobierno, junto con el tema de salud que es otra crisis generalizada y el manejo del sector energético. Hay que diseñar una política de seguridad que involucre todos los componentes: financiación, presencia territorial de la fuerza pública, judicialización de los detenidos, apoyo a los desplazados, atención de víctimas. Empezar de cero. Los grupos criminales, todos apoyados en el narcotráfico, crecieron a lo largo y ancho del país. Un nuevo gobierno de centro que le de un giro positivo a Colombia.

Pero no solo debe ser un esfuerzo del gobierno. Es una tarea conjunta para las tres ramas del poder público, con apoyo de la comunidad y toda la sociedad. Llegó una nueva administración a los EE. UU. y uno de los ejes centrales de la relación bilateral será el narcotráfico. Toda la cooperación entre USA y Colombia estará a discreción de los resultados que el país tenga en la lucha contra el tráfico internacional de cocaína. El presidente Trump lo ha dicho y está completamente empoderado. La presión para Colombia, aumentará.

Resuenan todavía las palabras de Petro en Campaña cuando dijo que si era elegido presidente de la república en tres meses se acababa el ELN porque hacían la paz. Así ha sido con todas sus promesas. Palabras. Y la realidad, todo lo contrario. Estamos en un punto crítico. No hay coordinación del presidente con los mandatarios regionales, alcaldes y gobernadores, porque el presidente decidió confrontarlos y no trabajar de la mano como debería ser. Es el caso de Antioquia, Norte de Santander, Medellín, Bogotá. Peleas innecesarias que le hacen daño a la gente, a las comunidades, todas propiciadas por un presidente que tomó un camino que no le hace bien a Colombia.

RICARDO SANTAMARÍA
​Analista