
Decía Laureano Gómez: “Amo a mi país porque no me gusta”. En consecuencia, amar a Colombia implica, para nuestro infortunio, efectuar un ejercicio incesante de referencia a aspectos negativos que acontecen en la nación. Por esto resulta menester señalar al muy cantinflesco, chabacán, prosaico y antiestético desgobierno del tristemente célebre Gustavo Petro.
¿Qué es (metafóricamente) el Gobierno Petro? Seré breve: es un sucio, pestilente, apestoso e inmundo chiquero de cerdos inundados en el estiércol.
Es menester realizar un recuento desde que inició este desastre a fin de argumentar nuestra posición.
En primer lugar, encontramos prácticas perversas desde campaña. Presuntas alianzas del candidato Petro con criminales de la peor laya a fin de lograr el acceso al poder. Financiamiento ilícito al candidato Petro proveniente de sujetos condenados por narcotráfico y corrupción (ahí reposan las investigaciones en fiscalía y el enorme enredo de su primogénito). Mírese al Clan Torres, al narco Santa Lopesierra, y ahora los 500 millones de pesos que aportó el tal Pitufo.
Pacto de la picota: ¡Ojo! Este es el deleznable pacto que jamás debemos olvidar; el hermano del candidato Petro ofreciéndole ‘beneficios jurídicos’ a bandidos presos a cambio de apoyo electoral. ¡Una vergüenza!
Campaña sucia en contra de los contendores: injurias, calumnias y alteraciones a la imagen favorable de los otros aspirantes de 2022 para aniquilarlos moralmente (postulado propuesto por Marx). Dicen algunos que como se hace campaña, se gobierna. Tal cual, la contienda electoral fue tan espuria como el desgobierno actual de quien gobierna.
¿Qué ha sido peor, la campaña petrista (2022) o el accionar de su gobierno hasta la actualidad? ¿Son semejantes o ha sido más grave el accionar gubernamental?
En mi opinión, el pésimo ejercicio gubernamental de Petro ha superado con creces la perversidad de su campaña. Y no son semejantes toda vez que pareciere que el esfuerzo de Petro radicase en despedazar las instituciones democráticas y ello ya son palabras mayores. Que cada colombiano haga su reflexión.
En segundo lugar, luego de consumar —con tácticas tramposas— su triunfo presidencial, observamos al recién posesionado presidente de la república, empeñado —o más bien hipotecado y amarrado— con las alianzas politiqueras-mafiosas que le ayudaron a obtener la cuestionada victoria.
La verdad siempre sale a flote: se reveló el entuerto corrupto de su hijo Nicolás, el lloriqueo del parásito Benedetti donde afirmaba revelar la “verdad” acerca de los 15 mil millones que ingresaron a la campaña, los aportes de Santa Lopesierra, el Clan Torres, Pitufo, y pronto saldrán cosas peores. Esto no ha terminado, queridos lectores.
Para los petristas ¿el cambio ha sido para bien o para mal? Dado que ha sido una farsa absoluta haberse vendido como la alternativa del cambio con lo anteriormente descrito, pero a eso súmele la alianza con parásitos mortíferos como Benedetti y compañía. ¿Eso es cambio? ¿Cambio para mal?
Este chiquero le pasa una costosa factura a Petro: en un patético consejo de ministros —que inexorablemente presenció el país— sus más fieles alfiles lo abandonaron y lo desautorizaron, pues no hay algo más carente de decoro y decencia para estos sujetos que padecer como jefe de gabinete al puerco mayor: Benedetti, el corrupto pataletoso que amenazó a Petro con hundir su gobierno si este persistiere en la intención de relegarlo. Benedetti es un inútil al que mandaron a calentar silla a Venezuela, luego a la FAO y ahora fungirá de minimí del presidente en la Casa Estudio de Nariño.
Hablemos claro: Benedetti tiene agarrado a Petro de donde sabemos y de allí no se soltará fácilmente. “El tipo sabe mucho de mis fechorías y es mejor tenerlo contento” diría Petro.
Como si fuera poco, otros de sus aliados se rajaron, pues no soportaron el olor a estiércol: salieron la exministra Susana Muhamad, Jorge Rojas, entre otros, a oponerse a su otrora mesías. ¿Habrán entrado en razón?
¿Habrá mayor fracaso para un presidente en ejercicio que observar a sus más fieles aliados mutar como férreos opositores? No lo creo, dado que ello ya es tocar fondo, y es tocarlo con ganas.
Aunque dicha situación nos genera tanta risa como lástima. Como cuando reímos y simultáneamente lloramos. De la gracia a la desdicha: eso es el gobierno actual; una réplica nefasta de Cantinflas y un émulo a la maldad; a la perversidad y lo bochornoso.
En tercer lugar, encontramos al presidente en ejercicio conculcando los valores democráticos y las buenas costumbres, inmerso en la ineficiencia, ineficacia, e inefectividad gubernamental. Un presidente que no gobierna, que no ejecuta el presupuesto disponible ni gira los recursos para las obras de las regiones, pero sí lo derrocha en viajes y majaderías ajenas a los menesteres de la patria.
En tres años de gestión, Petro apenas cuenta con un 20% de ejecución. Ello se define en una triste determinación: ineptitud e incompetencia en su máxima expresión. Tremenda desgracia: no es bueno victimizarse, pero los colombianos somos víctimas de Petro, un figurín inidóneo e inepto que vocifera y propone sandeces en su cuenta de X.
¿Qué es lo que resuelve, o más bien, qué es lo que NO resuelve Gustavo Petro en su calidad de presidente? El tipo no resuelve nada. No resuelve los problemas puntuales de Colombia, ni se esfuerza por hacerlo; no madruga a trabajar porque sus veladas— cargadas de excesos— se lo impiden; está de lado de los bandidos de Cuba, Venezuela, Nicaragua, FARC, ELN y demás excrementos del demonio; es débil con la criminalidad, apoya el terrorismo y celebra planes macabros con la pillería; no cumple el protocolo de la nación; no asiste a las reuniones importantes, es impuntual; debilita a las gloriosas fuerzas militares, al Consejo Nacional Electoral, y, lo peor de todo, es que no escatima esfuerzos para destrozar las relaciones bilaterales con el principal aliado comercial de Colombia. Sus esfuerzos están aunados en destruir el aparato productivo y la clase empresarial- trabajadora que son una sola en una economía de escala como la colombiana. Los menos favorecidos y la clase media productiva requieren de empresas sólidas (de todos los tamaños) para desarrollar una vida digna, pues son aquellas quienes generan empleo formal.
Pero esto es mucho más grave: Colombia va camino a la des-certificación por parte de Estados Unidos. Gravísimo. Que algún experto en seguridad le explique al presidente lo que ello significa, porque él desconoce del tema. Su ADN guerrillero es la antítesis de la sensatez.
El estiércol porcino es abono orgánico, excepto aquel en el que está inundado el gobierno Petro. Allí es venenoso.
Adenda #1. Reto a cualquier servidor del gobierno de turno a que nos diga desde el punto de vista cuantitativo alguna obra o logro importante de Petro en lo que lleva de gestión. Verbigracia, esta pregunta hay que hacérsela a Gustavo Bolívar, precandidato adulador (por no decir otra cosa) del petrismo. Exhortamos a ese señor a que nos responda con cifras específicas, con claridad y argumentos serios, puesto que aspirará a la presidencia de la república.
Adenda #2. No podemos mencionar a algún ministro porque, hasta el momento en el que escribimos esta columna, el gobierno Petro no tiene ministros. Los mandó a renunciar en tanto él se iba a pasear a Dubai. Un gobierno sin ministros, pareciere un mal chiste. ¡Cómo le parece!
Adenda #3. El bitcoin no es una criptomoneda cualquiera. Es un activo deflacionario que, históricamente, ha reflejado estabilidad en un mercado no regulado. Es útil para proteger el patrimonio de la inflación, por consiguiente es menester establecerlo como moneda legal en Colombia dado que el país ya está preparado para ello. Es fácil emitir opiniones acerca de los mercados financieros, instrumentos y herramientas de los mismos cuando no se es parte de estos. Es irresponsable hablar de lo que se desconoce. Hay que invertir, arriesgarse, ganar y perder para referirse al tema con rigor.
¿Cuáles precandidatos presidenciales cuentan con algún portafolio de inversión en acciones o criptomonedas, llámese NYSE, bitcoin, ethereum, solana etc… que lo faculte para pronunciarse sobre el tema?
22/02/2025 | Por: Juan David Escobar Cubides
https://lalinternaazul2.wordpress.com/2025/02/22/petro-inundado-en-el-estiercol/