El país no pretende asesinarlo, ni darle un golpe, el país quiere que operen las instituciones y funcione estado de derecho y las normas que nos rigen
No más incentivar la violencia, no más llamar a las confrontaciones entre ciudadanos, entre poderes, entre grupos y actividades. No más señalar culpables sin pruebas, solo porque no son del grupo de cercanos al presidente, y luego no retractarse, como le exige la justicia. No más tratar de enlodar a quienes han gobernado 200 años, a quienes han formado país y ayudado a crear institucionalidad.
No más culpar de todo al gobierno anterior, sin cuyo buen desempeño, no habríamos superado la pandemia entre los mejores países del mundo, como ha sido reconocido internacionalmente. Errores, seguro hubo, pues fue algo que surgió sin planeación, sin esperarse, que Colombia no había vivido desde hace 100 años, en condiciones demasiado diferentes, en un país ni parecido al de 1918.
Se crearon subsidios necesarios pues no se podía trabajar, sobre todo informalmente, y el hambre y la muerte acechaban por doquier. ¿Fueron excesivos? De pronto, pero en vez de irlos recortando planificadamente, el gobierno actual los extiende y amplía como estrategia política de campaña electoral 2026 y con eso agrava las finanzas públicas cada vez más, para decir que fueron las deudas de Duque.
Muy preocupante lo que estamos viviendo en Colombia. Un presidente que vive enfrentado a toda la población y al país en general. Critico de todos los que no sean obsecuentes con sus ideas absurdas, descabelladas y sus propuestas, que no sabemos si son cortinas de humo que después se extinguen o si son reales y pretenden siempre dañar a alguien.
Se enfrenta con los poderes legales, constituidos para ejercer como pesos y contrapesos en la democracia y garantizar el estado de derecho: el CNE, el congreso, los magistrados de las distintas cortes, quienes afortunadamente no han caído en su juego y han reaccionado con cordura, sin dejarse arrastrar a la pugnacidad política. También con los medios y la prensa …
Sus intervenciones siempre trasmiten resentimientos, venganza y buscan polarizar, enfrentar, aclimatar un clima de odio. La paz y la vida que esparce por las estrellas no aparecen por ninguna parte, sino la disensión, el daño, la búsqueda de una guerra civil.
Odia a quienes llama esclavistas y ricos que son los empresarios, que han construido el país, generan empleo y riqueza, que son, como dijo Jose Manuel Acevedo, el periodista, “los que producen noticias positivas, no son los políticos ni los dirigentes de ocasión”.
El país no pretende asesinarlo, ni darle un golpe, el país quiere que operen las instituciones y funcione el Estado dentro del estado de derecho y las normas que nos rigen, pero él a toda costa pretende saltárselo, no cumplir las órdenes de la justicia, cambiar la constitución, alterar el funcionamiento institucional. Los gremios, la oposición no son sus enemigos, quieren aportar para avanzar dentro de marcos legales caminos concertados para el bienestar del país y de todos.