El título de esta columna de opinión resultó de la fusión que hiciera de dos muy valiosas fuentes de formación y de información para la vida: La comunicación y la lectura. Gracias a un proceso de generosa y muy enriquecedora comunicación sostenido con un profesor durante mis años de colegio, este maestro tuvo a bien compartirme una muy sabia reflexión, atribuida a la cultura oriental, que reza, palabras más palabras menos, lo siguiente: “Cuando se sabe cuál es el problema, ya se tiene resuelta la mitad”. La segunda fuente de formación y de información que me permitió dar título a este escrito, fue la de la lectura, puntualmente leer la obra “El arte de la guerra” de Sun Tzu. Para el Señor General y estratega militar chino es asunto de vital importancia conocerse a sí mismo y conocer al enemigo. Este principio lo plasmó manifestando en su obra lo siguiente: «Si conoces al enemigo y te conoces a ti mismo, no tienes que temer el resultado de cien batallas». Colombia: identificar al enemigo primer paso para ganar.
Trágicamente Colombia sigue manteniéndose en la que parece ser una irreversible espiral de violencia porque ni tiene identificado al enemigo, ni se ha reconocido a sí misma. Esta no es una opinión, es un hecho. De manera cada vez más dolorosa y equivocada, mis hermanos colombianos de bien (ni criminales ni cómplices de criminales) siguen creyendo que el enemigo que ahora nos tiene sometidos a Terrorismo de Estado está integrado tan solo por los derrotados narcoparamilitares de la izquierda colombiana M-19, FARC-EP y ELN, entre otros atroces, y esta no es la realidad. El primer y más grande enemigo que tiene Colombia se llama la desinformación, y como esta si es una opinión, la fundamentaré.
Cuando como nación se está desinformado, ni habrá posibilidad de identificar al enemigo en su totalidad, ni tampoco nos estamos reconociendo como nación, es decir, tampoco nos conocemos a nosotros mismos. Esto nos condena por partida doble pues por no saber cuál es nuestro problema no lo resolveremos, y además impedirá que ganemos la guerra porque ni siquiera sabemos quién es el enemigo. Esto no puede seguir siendo así, y una forma de empezar a ponerle fin a tanta desinformación es justamente informándose para dejar de replicar, de difundir, de multiplicar y de dar por ciertas mentiras intencionalmente propagadas.
Por consideraciones de extensión para con este espacio que generosamente me confía La Linterna Azul, tan solo me ocuparé de tres (3) certeros e irrefutables datos, VERDADES, acerca del peligroso enemigo que es la desinformación y gracias al cual Colombia ahora tiene a un aún impune terrorista usurpando la presidencia de Colombia y sometiendo a la nación a Terrorismo de Estado.
1. No existe, no es reconocido, no es aceptado, no es válido, ni mucho menos es tolerado, ni por el Derecho Internacional Humanitario (DIH) ni por el ordenamiento legal colombiano, el tal cuento ese de la criminal rebelión armada.
Absolutamente todos los veinte y nueve (29) Derechos Humanos (DD.HH.) proclamados por la humanidad en 1948 como fundamentales y que integran la Declaración Universal de los Derechos Humanos, están incluidos en la Carta Magna de Colombia a partir del Artículo 11 y hasta el Artículo 41.
El dato vergonzoso es que el Artículo 30, de los treinta que tiene la Declaración Universal de los Derechos Humanos,fue el único no incorporado a la muy “progresista”, muy “humanista” y muy “vanguardista” Constitución Política de Colombia de 1991 en cuya redacción participaron los aún impunes narcoparamilitares de la izquierda colombiana M-19, así como farianos y elenos de closet… Este artículo intencionalmente omitido reza lo siguiente:
«Nada en la presente Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración.»
Aunque doloroso y vergonzoso este inocultable hecho de favorecimiento y de complicidad para tratar de blindar con impunidad a la criminal izquierda colombiana desde la redacción misma de nuestra aún vigente Carta Magna, igual perdieron estos infames. Lo anterior por cuanto el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que hace parte de la Carta Internacional de los Derechos Humanos, fue aprobado y ratificadopor el Congreso de Colombia mediante la Ley 74 del 26 de diciembre de 1968 durante la presidencia del Señor Carlos Lleras Restrepo. Es decir, es Ley de la República con catorce (14) años de vigencia para cuando el recién posesionado presidente Betancur Cuartas, mediante la Ley Ordinaria 35 del 19 de noviembre de 1982, de manera ilegal y caprichosamente antojada concede amnistía general a todos los narcoparamilitares del m-19 y ordena la liberación de las cárceles de 1,384 de ellos que habían sido apresados durante el gobierno Turbay Ayala… Indignante y vulgar, ¿no?
Lo importante, el irrebatible dato, el inocultable hecho, la absoluta VERDAD, es que el Artículo 5 delPacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que hace parte del ordenamiento legal colombiano desde diciembre de 1968, echa por tierra lo intencional y criminalmente omitido en nuestra Constitución Política al establecer claramente lo siguiente:
“Ninguna disposición del presente Pacto podrá ser interpretada en el sentido de conceder derecho alguno a un Estado, grupo o individuo para emprender actividades o realizar actos encaminados a la destrucción de cualquiera de los derechos y libertades reconocidos en el Pacto o a su limitación en mayor medida que la prevista en él.”
También hace parte de la Carta Internacional de Derechos Humanos el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Al igual que el Pacto Internacional que se ocupa de los derechos sociales y políticos referido líneas atrás, este pacto acerca de los derechos económicos, sociales y culturales también fue aprobado y ratificadopor el Congreso de Colombia mediante la Ley 74 del 26 de diciembre de 1968. Es decir, también hace parte del ordenamiento legal de Colombia desde 1968. En su Artículo 5, este pacto ratifica la VERDAD en cuanto a que no es lícito ni tolerable que en nombre de causa alguna, mucho menos una armada, se vulneren los Derechos Humanos de persona alguna. Sin que requiera explicación alguna, el referido artículo reitera y establece lo siguiente:
“1. Ninguna disposición del presente Pacto podrá ser interpretada en el sentido de reconocer derecho alguno a un Estado, grupo o individuo para emprender actividades o realizar actos encaminados a la destrucción de cualquiera de los derechos o libertades reconocidos en el Pacto, o a su limitación en medida mayor que la prevista en él.
2. No podrá admitirse restricción o menoscabo de ninguno de los derechos humanos fundamentales reconocidos o vigentes en un país en virtud de leyes, convenciones, reglamentos o costumbres, a pretexto de que el presente Pacto no los reconoce o los reconoce en menor grado.”
¿Así, o más claro? En caso que no parezca suficiente, con mucho gusto y en otra ocasión podría citar lo que en idéntico sentido establecen los cuatro (4) Convenios de Ginebra también incorporados al ordenamiento legal colombiano…
2. Es falso que al aún impune genocida y reclutador de menores Gustavo Francisco Petro Urrego y a sus derrotados camaradas narcoparamilitares de la izquierda colombiana M-19 se les haya condenado a una pena privativa de la libertad en aplicación del ESTATUTO DE SEGURIDAD decretado en 1978 por el Señor presidente Julio César Turbay Ayala.
No considero aceptable que respetables, honorables y estudiosas personalidades públicas de Colombia incurran en los gravísimos errores de seguir creyendo, y por lo tanto de seguir difundiendo de manera pública y masiva, que el aún impune criminal de lesa humanidad y usurpador de la presidencia de Colombia Petro Urrego, fue apresado y condenado por terrorismo en supuesta aplicación del ESTATUTO DE SEGURIDAD. Es inaceptable este proceder porque además de tragar entero y caer en el juego de dar por VERDADES a mentirosos relatos que convienen a la criminal izquierda colombiana, se desinforma a quienes les leen, les escuchan y les creen.
La VERDAD al respecto es una sola y es contundente: El Estatuto de Seguridad (Decreto Legislativo 1923 del 06 de Septiembre de 1978) que proclamara el Señor Presidente Turbay Ayala a poco menos de un (1) mes de su posesión, solo estuvo vigente durante su gobierno y fue bastante efectivo, por eso le temían y lo siguen resintiendo tanto los derrotados narcoparamilitares de la izquierda colombiana M-19, así como los infames cómplices y defensores de estos degenerados.
El Estatuto de Seguridad de Turbay Ayala fue derogado por el “progresista”, por el “humanista” y por el muy poético presidente Betancur Cuartas ocho (8) días después de asumida la presidencia mediante el Decreto Legislativo 2190 del 15 de agosto de 1982. Esta es la única VERDAD.
- El antecedente penal por terrorismo que tiene el aún impune criminal de guerra, instrumentalizador para el terrorismo de infantes y de menores de edad, y usurpador de la presidencia Gustavo Francisco Petro Urrego, no fue resultado de una ilegítima persecución hecha a un inocente e inofensivo “joven revolucionario” de Zipaquirá por parte de “la derecha” colombiana, tampoco es cierto que haya sido juzgado por un tribunal militar, y es falso que lo haya condenado de manera antojada y caprichosa un militar.
El fundamento jurídico de nivel constitucional que resultara en la captura de Petro Urrego y en el legítimo antecedente penal que desde 1987 lo ha inhabilitado de por vida para parasitar del erario, se remonta al día miércoles 07 de marzo de 1984 cuando es allanado y desmantelado el complejo para el procesamiento de clorhidrato de cocaína conocido como Tranquilandia ubicado entre los Departamentos de Caquetá y Meta. Tan fuerte golpe a las finanzas del patrón del M-19, Pablo Escobar, resulta en un vengativo frenesí narcoterrorista que una semana después obligó al pusilánime presidente Betancur Cuartas a expedir el Decreto Legislativo 615 del 14 de marzo de 1984, de obligatorio cumplimiento, decretando en Estado de Sitio y Turbado el Orden Público en los Departamentos de Caquetá, Meta, Huila y Cauca.
Dado que Pablo Escobar y sus sicarios del M-19 siguieron cometiendo actos terroristas en todo el territorio nacional no obstante y ese primer decreto de Betancur Cuartas, mes y medio después el poeta de Amagá debió expedir el Decreto Legislativo 1038 del 01 de mayo de 1984, de obligatorio cumplimiento, decretando en Estado de Sitio y Turbado el Orden Público en todo el territorio nacional, y anticipando más medidas constitucionales excepcionales para hacer frente a “grupos armados antisociales con vínculos con el narcotráfico que cometen actos terroristas en todo el territorio nacional”.
En cumplimiento de lo anticipado tres días antes, el ya acobardado y abrumando presidente Betancur Cuartas expide el Decreto Legislativo 1056 del 04 de mayo de 1984, de obligatorio cumplimiento, en el que establece el procedimiento constitucional penal excepcional a aplicar a los ”miembros de grupos armados antisociales vinculados con el narcotráfico responsables de cometer actos terroristas en todo el territorio nacional”. Lo anterior con fundamento en el Acto Legislativo 01 del 11 de diciembre de 1968, una de las 72 reformas que se hiciera a la Constitución de 1886. En el Artículo 41 de este Acto Legislativo se modifica el Artículo 120 de la Constitución para poder entregar competencias simultáneas a miembros de la Fuerza Pública (Comandantes de Brigada) para, entre otras cosas, fungir como Jueces de Conocimiento.
Entonces, y para no extenderme más, cuando el día viernes 25 de Octubre de 1985 son capturados en Zipaquirá Petro Urrego y otros nueve (9) narcoparamilitares de la izquierda colombiana miembros del M-19 en posesión de un arsenal de guerra y con material alusivo a ese grupo narcoterrorista, corresponde a un Comandante de Brigada investido con funciones constitucionales de Juez de Conocimiento, juzgarles y condenarles conforme al ordenamiento penal excepcional vigente y aplicable exclusivamente a ”miembros de grupos armados antisociales vinculados con el narcotráfico responsables de cometer actos terroristas en todo el territorio nacional”. Es así como Petro Urrego purga 15 de los 18 meses de pena a que fue condenado por terrorismo; No purgó la totalidad de la pena porque le fue concedido el beneficio de la rebaja de pena por estudio y por trabajo. Salió libre en febrero de 1987. Esta es la única VERDAD.
Hermanos colombianos, por considerar que nuestro primer y más grande enemigo es la desinformación, ha sido propósito de esta columna aportarles información que considero fundamental para, además de ayudarles a reconocerse como colombianos (nuestra historia), también se enteren mucho más acerca del enemigo (su impunidad).
Colombianos de bien (ni criminales ni cómplices de criminales), por favor autoevaluémonos y reconozcámonos como ese 97% pacífico, alegre, trabajador, emprendedor, solidario, honesto y orgulloso de la población de nuestra bella nación, y por favor no se sigan creyendo el tal cuento ese de que “nos estamos matando” porque no es cierto; Nos matan y hacen daño el enemigo y sus cómplices enquistados desde hace cuatro (4) décadas en todos nuestros poderes públicos, y no superan en cantidad el equivalente al 3% de nuestra bella nación…
Si algo deja en evidencia lo aquí presentado es que las capacidades de esa dispensable minoría enemigo se limitan a estrategias criminales que solo han sido posibles gracias al poder corruptor que les proporcionan recursos económicos, tanto ilícitos como públicos, y a las acciones violentas y mortales que tanto afectan e intimidan a las mayorías. Pero esto es su mayor debilidad si hacemos respetar nuestro ordenamiento legal vigente y les aplastamos con todo el peso de la Ley y de la justicia…
Es una durísima pero irrebatible VERDAD que durante las últimas cuatro (4) décadas aquellos en quienes confiamos para que velaran por la prevalencia de la Ley, de la VERDAD, y de la justicia en nuestra nación, fallaron y lo hicieron de manera intencional cobijando con impunidad y empoderando a los peores criminales de la historia reciente de la humanidad…
Yo tengo clarísimo quien soy como nación, y también tengo claro quien es el problema y el enemigo, ¿ustedes todavía tienen alguna duda?
15/07/2025 | Por François R. Cavard M.
. . https://lalinternaazul2.wordpress.com/2025/07/17/quot-pertinet-colombia-identificar-al-enemigo-es-el-primer-paso-para-ganar-la-guerra/