Colombia volvió a ubicarse como el principal productor de hoja de coca a nivel mundial, con una superficie cultivada de 253.000 hectáreas en 2023.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) presentó este 26 de junio el Informe Mundial sobre las Drogas 2025, en el que advierte sobre un panorama cada vez más preocupante en torno al tráfico, producción y consumo de drogas a nivel mundial.
Según el informe, la inestabilidad geopolítica global ha sido aprovechada por organizaciones criminales para expandir sus redes, elevar la producción de estupefacientes y penetrar nuevos mercados en todos los continentes, alcanzando cifras históricas en cultivos ilícitos, incautaciones y consumo.
Récord en cultivos de coca y expansión de la cocaína
Uno de los principales hallazgos del informe de este año es el crecimiento sin precedentes del mercado global de la cocaína. En 2023, la producción mundial alcanzó un máximo histórico de 3.708 toneladas, lo que representa un aumento del 34 % con respecto a 2022. Las incautaciones también marcaron récord, con 2.275 toneladas decomisadas, un incremento del 68 % frente al promedio de los últimos cinco años.
En este contexto, Colombia volvió a ubicarse como el principal productor de hoja de coca a nivel mundial, con una superficie cultivada de 253.000 hectáreas en 2023, lo que representa un aumento de aproximadamente el 10 % frente al año anterior.
El informe señala que este crecimiento está especialmente concentrado en departamentos como Cauca, Nariño y Putumayo, y que el 98 % de los municipios con cultivos ilícitos cuentan con presencia de al menos un grupo armado ilegal.
La UNODC también alerta sobre la creciente penetración de la cocaína en mercados emergentes, como Asia y África, y el aumento de la violencia en países europeos, particularmente en Europa Occidental, donde mafias de los Balcanes Occidentales están ganando terreno en las redes de tráfico.
Consumo de drogas al alza
El informe señala que, en 2023, alrededor de 316 millones de personas entre los 15 y 65 años consumieron alguna droga ilícita, lo que representa un 6 % de la población mundial, frente al 5,2 % registrado en 2013. El cannabis sigue siendo la droga más consumida, con 244 millones de usuarios, seguido por los opioides (61 millones), anfetaminas (30,7 millones), cocaína (25 millones) y éxtasis (21 millones).
La UNODC advierte que el número de personas vulnerables al consumo puede aumentar debido a los desplazamientos masivos provocados por conflictos armados, crisis económicas y desastres humanitarios. “Los grupos delictivos continúan adaptándose, explotando las crisis y dirigiéndose a las poblaciones más vulnerables”, advirtió Ghada Waly, directora ejecutiva de la organización.
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Crece mercado de drogas sintéticas
Otro fenómeno creciente es la expansión del mercado de drogas sintéticas, especialmente aquellas del tipo anfetamínico, como la metanfetamina y el captagón. Las incautaciones de estas sustancias alcanzaron cifras récord en 2023, y representan cerca de la mitad de todas las incautaciones de drogas sintéticas a nivel global.
De acuerdo con el informe, la caída del régimen de Bashar al-Ásad en Siria ha generado incertidumbre sobre el futuro del tráfico de captagón. Aunque se descubrieron grandes centros de producción clandestinos en el país, las incautaciones más recientes en 2024 y 2025 indican que la droga sigue fluyendo hacia países del Golfo Pérsico, posiblemente a partir de reservas acumuladas o de la continuidad de la producción en otras zonas.
El narcotráfico: un negocio lucrativo
El informe reitera que el tráfico ilícito de drogas genera cientos de miles de millones de dólares al año para los grupos criminales, quienes invierten en tecnología de encriptación, rutas novedosas y expansión de redes logísticas para esquivar los controles y maximizar sus ganancias.
Frente a ello, la UNODC propone mapear las estructuras del crimen organizado, identificar a sus actores clave y reforzar la cooperación internacional, especialmente mediante el uso de tecnologías avanzadas y capacitación especializada para las fuerzas del orden.
Impacto por el uso de las drogas
Según indica el informe de la UNODC, el consumo problemático de drogas representó en 2021 la pérdida de casi medio millón de vidas y 28 millones de años de vida saludable por muertes prematuras o discapacidad. A pesar de ello, solo una de cada 12 personas con trastornos por consumo accedió a algún tipo de tratamiento en 2023.
La falta de políticas públicas contextualizadas, de servicios de salud mental accesibles y de estrategias de prevención amplía la brecha entre el aumento del consumo y la respuesta institucional para abordarlo.
Daño medioambiental creciente
Además del impacto social y económico, el informe destaca las consecuencias medioambientales del narcotráfico, desde la deforestación y contaminación en zonas de cultivo ilícito hasta los residuos tóxicos que dejan los laboratorios clandestinos.
En Europa, el número de estos laboratorios desmantelados se duplicó entre 2013 y 2023, pero el informe subraya que el impacto ambiental no es aún una prioridad en las políticas antidroga y que la mayoría de los residuos generados por la fabricación ilegal de drogas no se contabilizan ni se gestionan adecuadamente.
Llamado a la acción global
La UNODC concluye su informe haciendo un llamado a adoptar un enfoque coordinado, multilateral e integral para enfrentar el narcotráfico. Esto implica fortalecer la cooperación transfronteriza, mejorar el acceso a servicios de salud, invertir en medios de vida alternativos para los campesinos cultivadores y utilizar tecnología de punta para desmantelar las estructuras criminales.
“Solo mediante una acción coordinada podremos desmantelar las organizaciones criminales, proteger nuestras comunidades y reforzar la seguridad global”, finalizó Ghada Waly.
