Nota de la redacción
En vísperas de la posesión del gobierno del ultraizquierdista Gustavo Petro, pareciera inexplicable la intensificación del plan pistola contra la Policía Nacional.
Todo pareciera indicar que la opinión pública colombiana esta siendo objeto de aquella operación de guerra psicológica ejecutada, por tantos años, por la Rusia comunista contra el mundo libre con la intención que quebrantarle su voluntad de lucha: el binomio miedo-simpatía. O si prefieren, usando nuestro argot popular: el binomio garrote-zanahoria.
Las intensas y alternadas descargas de terror vs. esperanza de negociación predispone a las víctimas a ‘ceder lo irrenunciable’ para no perder la ‘vida’… hasta que, después de un tiempo, aceptan ser subyugadas por el agresor que les que no habrá mas muertes.
De esta forma, nos parece, se abona el terreno para que las anunciadas negociaciones de Petro con el ELN sean acogidas con atrevidas y esperanzadoras concesiones por parte de la víctima: la opinión pública.
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Solo en estos primeros 17 días de julio han muerto 6 agentes en ataques. El más reciente ocurrió ayer en San Félix, corregimiento de Bello, con dos policías muertos
Las horas de sangre y dolor para la Policía no paran. Dos agentes más perdieron la vida mientras desayunaban en un establecimiento comercial del corregimiento San Félix, de Bello, aumentandoa seis los miembros de esta institución asesinados en los primeros 17 días de julio. En esas 408 horas de este mes, fue ajusticiado, en promedio, un agente cada 68 horas.
Las nuevas víctimas de esta ola violenta fueron los patrulleros Andrés Camilo Andrade Gil, un huilense de 25 años de edad, y Geovanni Alcalá Ramírez, de 38 y oriundo de Tolima. Ambos fueron atacados por cuatro sujetos armados que llegaron al establecimiento donde ellos se encontraban y les dispararon.
Para el ataque usaron pistolas, aunque, según los videos de seguridad del sitio, estas personas también llevaban armas de largo alcance.
El general Javier Josué Martín, comandante de la Policía Metropolitana, señaló que fueron atacados cuando iniciando sus labores. El ataque no dejó civiles lesionados y la explosión de la granada provocó daños en la fachada del establecimiento.
Responsables
Los primeros indicios señalan que el hecho podría tener vínculos con el plan pistola orquestado por el Clan del Golfo, ya que en esta zona hay presencia de la subestructura Edwin Román Velásquez Valle, la misma que ha perpetrado los ataques en el Occidente antioqueño. En esta jurisdicción estaría a cargo alias “la Muerte”. Esta sería la versión que más respaldo tiene, según el general Jorge Luis Vargas, director de la Policía Nacional.
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Pero se maneja una segunda hipótesis de que sería una retaliación por la incautación de 1.678 kilos de marihuana en este mismo corregimiento al grupo delincuencia Pachelly. Esta sería la misma droga que fue quemada en el batallón Pedro Nel Ospina y que trabó a los vecinos del barrio Norteamérica el pasado martes.
El patrullero Alcalá llevaba 15 años en la Policía Nacional, de los cuales los últimos cinco los había trabajando en el Valle de Aburrá. Era padre de dos hijas. Andrade, por su parte, llevaba cuatro años en la Policía, tres de ellos en la estación de San Félix. Los vecinos del sector señalaron que ambos se caracterizaban por su buen trato con la comunidad, la cual se mostró consternada por lo ocurrido con ellos.
Alcalá y Andrade se suman a lo ocurrido el pasado sábado con el patrullero Sergio Orlando Vergara Atehortúa, muerto en otra explosión en la vía que comunica a Medellín y el Urabá antioqueño, hecho que dejó otro civil muerto (ver nota anexa). Esta racha violenta ha dejado 18 uniformados muertos este año. en Antioquia, según las autoridades.
Santiago Olivares Tobón | El Colombiano 18-07-2022
