Por más que intentamos acostumbrarnos a vivir bajo la férula de un régimen antijurídico, antipatriota y obsesivamente destructor, no lo hemos podido conseguir. Se trata aquí de diferencias insalvables en la concepción del ser humano con todas sus libertades y derechos, del Estado como el escenario donde se respeten las decisiones del pueblo en cuanto ente soberano que es, y de la gestión pública como mecanismo al servicio del Bien Común de la población y no de los intereses egoístas de la camarilla gobernante.
Parece mentira que este desconocimiento consuetudinario de las normas constitucionales por parte del extremista y demoledor régimen petro-madurista no haya concitado todas las fuerzas vivas de la Nación para desterrarlo cuanto antes de los centros donde se adoptan las maquiavélicas decisiones que nos llevan aceleradamente hacia el abismo.
Veamos, a guisa de ejemplo, lo que —según los medios— en un solo día representa esta execrable gestión para el presente y el futuro del país:
A.- Las autoridades colombianas han anunciado este sábado que han enviado al Ejército de Liberación Nacional (ELN) una propuesta «confidencial» avalada por el presidente Gustavo Petro para que los terroristas «la valoren y respondan», a fin de avanzar con las negociaciones en las que ambas partes han estado involucradas desde hace más de un año. (https://gaceta.es/iberosfera/petro-envia-a-los-terroristas-del-eln-una-propuesta-confidencial-para-avanzar-en-las-negociaciones-20240811-0951/)
A espaldas del soberano, vale decir, del pueblo colombiano, negocia Petro la estabilidad del país. No hay que olvidar que desde hace varios meses el régimen petro-madurista instaló unas mesas de negociación con unos grupos de participación mayoritariamente compuestos por activistas de la más radical izquierda y unos pocos representantes del gobierno (yo con yo) y de los gremios que han prestado sus nombres para cohonestar la destrucción institucional de la Nación. Van más allá los sombríos propósitos del camarada Petro (alias Aureliano), quien ya señaló que todo lo que se apruebe en esos anómalos comités “tendrá fuerza vinculante” al momento de la firma del acuerdo con el ELN. En otras palabras, se podrá sustituir la totalidad de nuestra Constitución sin cumplir con los requisitos que la misma Carta exige y sin contar para nada con el pueblo soberano. ¡Es, ni más ni menos, que el robo de Santos al plebiscito, pero mejorado y aumentado!
Otras intervenciones del guerrillero-presidente nos indican sus torvas pretensiones so pretexto de la firma de la “paz total”, para lo cual está dispuesto a llegar hasta donde el pueblo se lo pida (¿A cuál pueblo se referirá?); no le concede ninguna importancia al aspecto formal de la Constitución sino a su contenido; de hecho, ya en el borrador de las conversaciones de Caracas con el ELN incluyó toda clase de temas para toma de decisiones sobre los mismos; está considerando otras posibilidades como las de aprobar un plebiscito para continuación del fraudulento acuerdo de La Habana, asambleas populares y callejeras, etc.
B- No conforme con cambiar la Constitución sin consentimiento del pueblo soberano, la emprende ahora el Gobierno contra el ahorro de los colombianos anunciando que presentará al Congreso un proyecto para establecer una serie de inversiones forzosas a cargo de los ahorradores en las cuentas bancarias.( https://alianzareconstruccioncolombia.org/inversiones-forzosas-el-vehiculo-para-la-expropiacion/)
Cuando entregamos parte de nuestros ahorros a una entidad financiera para que los administre o los destine a futuras necesidades nuestras, no estamos autorizando al Estado para que tome dominio sobre esas sumas para sus proyectos o pagos. Ello equivale, ni más ni menos, a una expropiación de bienes de los habitantes que el Estado está obligado a proteger. Si no cumple con esa obligación, incurre en una nueva violación de la Constitución como es su costumbre.
El dinero que reciba el Gobierno corre grave problema de perderse, bien sea por los escandalosos antecedentes de corrupción ocurridos en la presente administración, la evidente falta de preparación e idoneidad de quienes son designados para los más altos cargos del Estado y, por la misma implementación de las inversiones que serán devueltas según afirma el Gobierno, con una “tasa de intereses modesta”; en otras palabras, el rendimiento no alcanzará ni para conservar el valor de la moneda.
Muchos otros desastres para la economía se derivan de tan inconsulta medida que, como ocurrió con las reformas pensional y de salud, sólo busca acaparar un gran porcentaje del ahorro de los colombianos para financiar el derroche administrativo, la compulsión por realizar gastos innecesarios y la iniciación de proyectos sin unos acertados estudios de planeación y viabilidad.
C.- Conmocionada se encuentra la sociedad colombiana al recibir la noticia de que 98 soldados que cumplían labores de vigilancia y protección de la población civil en el departamento del Caquetá fuera secuestrado por unas guardias campesinas, quienes disponen cuándo y en qué forma pueden ser liberados. Es una muestra más de las acciones dirigidas por el régimen marxista-leninista para desmoralizar a las Fuerzas Armadas e impedir sus actuaciones. Ya se había presentado otro incidente similar calificado por un ministro del Gobierno actual como un “cerco humanitario”, en el cual, desgraciadamente, fue degollado un agente del orden por las guardias campesinas. El Presidente solo intervino para prohibir que el Ejército interviniera en favor de los secuestrados. Cabe preguntar: ¿En qué país vivimos, si hechos de esta naturaleza no mueven a actuar a los dirigentes políticos que reciben la “mermelada” del Gobierno, ni a los líderes empresariales, ni a la jerarquía católica?
Lo dicho al comienzo es cada vez más deplorable. Cada vez estamos más lejos del orden constitucional y si no actuamos ya, jamás lo podremos hacer. Veámonos en el triste ejemplo de nuestros hermanos venezolanos.
¡Es, ni más ni menos, que el robo de Santos al plebiscito, pero mejorado y aumentado!
https://lalinternaazul2.wordpress.com/2024/08/13/cada-vez-mas-lejos-del-orden-constitucional/