Características de la tirania judicial brasileña

Encontramos rastros de una tiranía instaurada desde el poder judicial. El presidente Bolsonaro pidió mantener las protestas pacíficas y confía en las Fuerzas Armadas. Incierto panorama para asunción de Lula el 1 de enero de 2023
La idea de separación de poderes públicos es que existan equilibrios entre ellos, de manera que uno no sea hegemónico y ejerza el poder a su antojo. Estos poderes son ejercidos por las autoridades, elegidas en primer o segundo grado de manera transparente, en el marco de la Constitución y las leyes. Esto sería esencialmente un sistema político republicano donde el soberano es el ciudadano.

La degeneración de un sistema político republicano sería la pérdida progresiva de estas cualidades hasta transformarse en otro sistema político. Esta sería la transposición de la soberanía del ciudadano a la(s) autoridad(es). Esta autoridad degrada el sistema electoral haciéndolo inverificable y concentra el poder para ejercerlo a su antojo, aboliendo el sistema de equilibrios entre los poderes públicos. Para que esto suceda, el derecho sufre mutaciones y el concepto de justicia adquiere otro significado, de modo que, en el ejercicio del poder, se legaliza el uso de la violencia para mantener el nuevo sistema, que podemos llamar tiranía.

En el fenómeno político brasileño podemos encontrar huellas de una tiranía que se instaura con éxito desde el poder judicial: ministros electos en segundo grado se apoderan de la soberanía de los ciudadanos y con ella ejercen el poder a voluntad, dando una interpretación unilateral de la justicia y legalizando el uso de la violencia en la política.

Además del controvertido proceso electoral, que estos tiranos del poder judicial prohibieron cuestionar bajo pena de multa, prisión y censura, ahora se consolida la abolición de facto de artículos de la Constitución. Veamos el caso del artículo 53, que dice así :

«Los diputados y senadores son inviolables, civil y penalmente, por cualquiera de sus opiniones, palabras y votos».

El primer diputado federal encarcelado fue Daniel Silveira
El primer diputado federal perseguido por el ministro Alexandre de Moraes fue Daniel Silveira, por emitir un dictamen. Fue preso político, sus cuentas bancarias y redes sociales fueron bloqueadas e incluso su esposa fue hostigada por estas acciones. Y ahora son elegidas las diputadas de derecha Carla Zambelli y Bia Kicis.

El 1 de diciembre de 2022, Alexandre de Morais determinó que las redes sociales de la diputada federal reelegida, Carla Zambelli, sean censuradas por “difundir información falsa” que, según Moraes, atentan contra la democracia y sus instituciones. Además, amenaza con una multa de 20.000 reales por cada nuevo video que realice, que se descontará de su salario como parlamentaria. Zambelli es víctima de un proceso de judicialización encabezado por el propio Alexandre de Moraes hace 2 años, del cual nunca tuvo acceso al expediente, hasta esta última decisión, vulnerándose su derecho a la defensa integral. Zambelli lanzó un mensaje diciendo que ya no haría videos y se quedaría sin redes sociales, lamentablemente reconociendo la victoria del tirano ministro.

Eso creó un precedente muy peligroso para el sistema político brasileño, en el que la Constitución comienza a ser desgarrada con fines políticos.

¿Quién o quiénes podría impedir el avance de esta tiranía del poder judicial en Brasil?
A pesar de todo este contexto, que analizamos con pinzas en esta edición, debemos estar atentos al discurso del presidente Jair Bolsonaro a las personas que lo acompañan, el viernes 9 de diciembre, en Palacio de Gobierno. Elevó las expectativas de sus seguidores y dejó en claro que se deben mantener las protestas pacíficas, pues queda por ver el papel de las Fuerzas Armadas y eso proyecta un panorama incierto para la asunción de Lula el 1 de enero de 2023.

Esta acción llena de esperanza a los ciudadanos que son conscientes de su poder soberano, que creen en la separación de los poderes públicos, que quieren que se respete la Constitución y las leyes y que, en definitiva, no quieren la degeneración del sistema político republicano en Brasil.

Por Roderick Navarro | Panampost | 10-12-2022

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