No es casualidad que quienes justifican impunidad para delitos de lesa humanidad son los mismos que aplauden el vandalismo, que buscan desestabilizar nuestra institucionalidad y que aplauden las violaciones a los derechos humanos, los mismos que celebran que a un hombre que ha dedicado su vida entera al servicio de la patria se le vulnere su debido proceso.
Y es paradójico pero esos mismos son los que llaman a control político a un ministro de Defensa que ha actuado bajo la legalidad y en defensa de los intereses supremos del Estado Social de Derecho.
Carlos Lozada confiesa su participación en el asesinato de Gómez Hurtado y, al parecer, para los defensores de la impunidad tal delito no amerita ni siquiera la pérdida de la curul que Juan Manuel Santos le regaló. Es indignante y preocupante, pareciera que se volvió normal aceptar la impunidad. En qué tipo de sociedad nos hemos convertido, un delito de lesa humanidad es confesado y con cinismo pretenden que el victimario siga legislando como si nada hubiera pasado. Lozada no solo debe perder su curul, debe responder ante la justicia, en ningún caso puede volverse amnistiable tal delito.
Como ciudadana y militante del partido político de gobierno me duele escuchar al Ministro de Justicia justificar tal crimen y con el pretexto del perdón y la reconciliación pretender que la impunidad siga siendo premiada con una curul en el Congreso.
Empezó con pie izquierdo el Ministro de Justicia, la impunidad nunca será el camino para lograr la paz. Si Lozada no pierde su curul, seremos el único país donde delinquir paga, donde un delito de lesa humanidad es premiado con más de 30 millones. La ecuación es sencilla, delitos de lesa humanidad nos son amnistiables y su responsable deber responder. Paz con justicia.
Natalia Bedoya, https://occidente.co/,08/10/2020