El gobierno Petro provocó la descertificación de Colombia en la lucha internacional contra las drogas

Ahora intenta provocar la ruptura de relaciones con nuestro mayor aliado

En nombre de las aterradas y silenciosas mayorías colombianas que cada día se sienten más perjudicadas con la irresponsable y destructora gestión del régimen de extrema narco-izquierda que preside el señor Gustavo Petro:


PRIMERO.
Rechazamos enérgicamente la irracional, politizada y peligrosa política dirigida por su gobierno para legalizar y patrocinar el cultivo, la producción y exportación de narcóticos, permitiendo que los cultivos ilícitos en Colombia sobrepasen el récord histórico de 253.00 hectáreas. Incumpliendo, por tanto, con nuestras obligaciones de erradicación, favoreciendo con impunidad a los capos de la droga y pactando el manejo de áreas claves para el narcotráfico, como la del Catatumbo, con el jefe del cartel de los soles, Nicolás Maduro.

Recordamos, con vergüenza, la aseveración proferida por el señor ‘presidente’, Gustavo Petro, el pasado 6/02/2025: “la cocaína es ilegal porque la hacen en América latina,  no porque sea más mala que el whisky

SEGUNDO. Tan disparatada política no es compartida por el 99% de los colombianos.

Con excepción de las FARC, el ELN y el Clan del Golfo, aliados virtuales del actual gobierno y del Pacto Histórico, el resto de la población rechaza el diabólico negocio de la droga y su legalización.

Respaldamos, en cambio, el memorable marco normativo internacional y los esfuerzos de la Sociedad de Naciones, y posteriormente, de las Naciones Unidas.

Es con gratitud que recordamos que estas normas sirvieron para articular la cooperación entre Estados con el objeto de prevenir y combatir la producción, distribución y consumo de narcóticos. Y también para preservar, bajo estricto control, su utilización médica y científica. Para criminalizar el lavado de dinero, coordinar la confiscación de activos y las extradiciones. Y para consagrar un riguroso control de los precursores químicos y una cuidadosa protección de los testigos.

Colombia ha implementado estos tratados mediante leyes como la 30 de 1986 (Estatuto Nacional de Estupefacientes) y acuerdos como el Plan Colombia (2000), recibiendo para ello, generosa asistencia internacional.

TERCERO. Entendemos y aplaudimos al gobierno de los EEUU por descertificar al gobierno Petro ante «incumplimiento manifiesto« de las obligaciones contraídas en los mencionados tratados internacionales (1961-1988). Valoramos la respetuosa advertencia de que sobrevendrán «consecuencias serias» si el gobierno actual continúa incumpliéndolas.

La innegable y muy lamentable verdad es que el gobierno Petro no sólo se ha convertido en una amenaza para el orden continental, sino, y sobre todo, para el orden y la libertad de todos en nuestra Nación. Su gestión, en esta materia, no solo viola flagrantemente acuerdos internacionales, sino también el espíritu y los mandatos de nuestra Constitución Nacional (Arts. 1, 2, 4, 8, 366).

CUARTO. Agradecemos al gobierno de EEUU que en su descertificación haya incluido un waiver, una exención, que preserva la confianza y relaciones internacionales con nuestro pueblo, y con ello el normal funcionamiento de la economía y el comercio internacional.

QUINTO. De parte de la Colombia profunda y auténtica presentamos excusas al presidente Trump por los inauditos improperios, calumnias y groserías, en mala hora proferidas en su contra, por nuestro mitómano, agresivo y deslenguado ‘presidente’ Gustavo Petro.


SEXTO.
Mientras internamente insistimos ante las fuerzas políticas y vivas de la centroderecha colombiana para consolidar con urgencia “un generoso Frente Patriótico para salvar la Patria”, y, para que la mayoría de nuestros legisladores -que no son petristas- cumplan, por fin, con la ineludible obligación de fallar, en estricto derecho y conforme al art. 109 constitucional, el Juicio Político del ‘presidente’ Petro por irrefutable violación de topes electorales, muy respetuosamente pedimos al gobierno del presidente Donald Trump:

  • Extender la cruzada preventiva y defensiva de su flota naval contra las drogas, hoy apostada sobre las aguas internacionales del mar Caribe, hacia los poderosos carteles a-narco-comunistas (anarquistas + narcos + comunistas) que, con absoluta impunidad, la cultivan y trafican en y desde Colombia.
  • Intensificar las investigaciones en contra de los narcoterroristas de las FARC, ELN y Clan del Golfo, principales carteles de la droga en el mundo, tal como se ha llevado a cabo con el Cartel de los Soles.


Hacemos votos a Dios omnipotente, y a su santa Madre, para que iluminen y protejan, en grado extremo, a todos aquellos que luchan en defensa del Derecho Internacional Humanitario y del Estado de Derecho
de las naciones libres.

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