Desde una distancia de unos 200 a 300 metros, un francotirador ha intentado asesinar al expresidente y candidato del Partido Republicano Donald Trump. Como puede verse en el video de este artículo, ha sido herido en la oreja izquierda, fue llevado a un hospital cercano y, gracias a Dios, se halla en buenas condiciones.
Desafortunadamente, dos personas que acudieron al rally en Butler, Pensilvania, han fallecido a causa de los disparos. El carácter de Trump se ve reflejado en su reacción. Con el puño en alto mientras le llevan, grita: «luchad, luchad, luchad». Se ha reportado también que, una vez rehabilitado de la conmoción, ha expresado sus condolencias a los parientes de los espectadores asesinados. Ese es el carácter que vemos de Donald Trump. Quiere más a su patria que a su vida. Podría disfrutar de sus numerosos campos de golf e inmensa fortuna. Muchos recurren a la política para enriquecerse, pero Trump se envuelve en ella para bien del país, a pesar de los cientos de millones que le ha costado. Nadie en los medios habla de su enorme generosidad y patriotismo, pero lo califican como nacionalista/supremacista blanco. Nadie gana a los medios de izquierda a distorsionar la realidad.
Como es natural, los Clinton, los Obama y los Biden han emitido mensajes parecidos a este (de Obama): “No hay espacio para la violencia doméstica en nuestra democracia. Aunque desconocemos lo que ha pasado, debemos agradecer que el expresidente Trump no haya sido gravemente herido y aprovechamos el momento para volver a comprometernos con la civilidad y respeto a nuestras políticas. Michelle y yo le deseamos una pronta recuperación.”
Palabras muy bonitas ahora cuando en esta reciente campaña no hemos oído otra cosa que “La democracia peligra si Trump es elegido”. El exjefe del FBI, James Comey, que nunca investigó sobre la veracidad del documento fabricado con el dinero de Hillary Clinton, el «Steele Dossier», pero que no tuvo problemas en extenderlo al Congreso dominado por el Partido Demócrata para iniciar la larga trama política de la «colusión con Rusia», nos advierte del peligro de Trump para la democracia. Pero no habla del peligro causado por ellos mismos, siendo miembros del Estado profundo que, en conexión con los medios y el Partido Demócrata, asedia a los políticos republicanos constantemente.
Los dirigentes James Comey (FBI), James Clapper (NSA, seguridad nacional) y John Brennan (CIA) fueron muy influyentes en la falsa trama de la «colusión con Rusa». Hablan así a pesar de que esa investigación de más de dos años, con la clara intención de derrocar a Trump, no logró la más mínima prueba de culpabilidad. Aún habiendo pinchado ilegalmente las comunicaciones de Trump hasta en sus edificios de Nueva York. Este artículo de abajo muestra la gran preocupación de J. Comey para el FBI y el Departamento de Justicia si Trump es elegido de nuevo.
Alucinante es que hayan iniciado de vuelta declaraciones sobre la “amistad” de Trump con Putin y la de ser colaborador del Kremlin el general Flynn, por el mero hecho de que viajó a Rusia al inicio de la Administración de Trump. ¿Intentarán otro «Russiagate»? ¡Cualquier cosa! Este otro artículo de MSN ofrece las declaraciones de un comentarista demócrata que dice: “siempre existe la esperanza de que Trump sea tratado peor que Lincoln, quien fue asesinado.”
VOX es una publicación digital perteneciente a VOX Media y de tendencia claramente izquierdista. Aquí nos dice en 13 gráficos que Trump y los republicanos nos hemos rebelado contra la democracia y somos antidemocráticos.
Como es natural, nuestras disputas sobre las elecciones generales del 2020 son la mayor razón. Claro, como es tan normal para ellos llevar 50 votos a los buzones y depositarlos a la 1 de la mañana… Y es tan normal para ellos evacuar a los representantes republicanos diciendo que se para el conteo, mientras que los demócratas lo continúan… Razonan con información parcial y conveniente. Obviamente, aquellos que les leen o los televidentes que oyen sus datos van a formar aquella opinión que les conviene. La evidencia muestra que los que nos acusan de antidemocráticos son los mismos que usan dichos métodos.
Desde el año 2000, vengo diciendo que EEUU se halla en una guerra civil sin balas… hasta ahora. Este intento de asesinato es clara evidencia de esa guerra civil latente.
Enumerando brevemente los importantes intentos y asesinatos políticos, el más prominente es el de Abraham Lincoln. Luego viene el asesinato de otro republicano, James Garfield, en 1881. William McKinley, también republicano, fue asesinado en 1901. Teodoro Roosevelt, conocido por su afición a los safaris en África, sobrevivió a un atentado en 1912 y, curiosamente, la bala fue frenada por el discurso de 50 páginas guardado en la chaqueta y se clavó en una costilla cerca del corazón. Aceptó irse al hospital después del discurso. Todos los de nuestra edad hemos vivido el asesinato de John Kennedy. Las teorías conspiratorias han sido innumerables. Su sobrino y candidato independiente a la presidencia en el 2024 ha declarado que la CIA fue la responsable. Harvey Oswald, el chivo expiatorio. A estas alturas y después de la trama de «Russian Collusion», no me extraña. John Kennedy hizo declaraciones fuertes sobre el poder de la CIA y sus intenciones de reducir su influencia. El hermano de John, Robert Kennedy, fue asesinado por Sirhan Sirhan, un palestino que fue ofendido por la simpatía del candidato hacia Israel. El presidente Gerald Ford fue víctima de dos intentos en 1975, ambas mujeres y una miembro del cultista Charles Manson. Afortunadamente, salió ileso de ambas intentonas. Ronald Reagan superó otro intento de asesinato. El balazo le dio debajo de la axila y no se dio cuenta de su gravedad hasta que vio que sangraba. Fue atendido en el hospital. Su secretario de prensa no fue tan afortunado, ya que el disparo a su cabeza lo dejó considerablemente discapacitado.
Con el intento de Trump, son 7 los republicanos en esta tétrica lista y dos demócratas. El relato de los demócratas sobre la posesión de armas es la de controlarlas o eliminarlas. Pero los datos de Chicago y México demuestran claramente que esas medidas no son las que frenan el asesinato. El 55% de los asesinatos en EEUU se cometen en los barrios y el 85% de esos barrios vota por los demócratas. ¡Datos!
Está por determinar quién está detrás del autor del atentado contra Donald Trump, pero no me extrañaría nada que el cerebro detrás sea la CIA o el «Estado profundo» (CIA, FBI, NSA…). Ese poder flexionado durante la «colusión rusa» se ve amenazado. Motivos no le faltan. Varios candidatos republicanos han pedido la eliminación del FBI durante las campañas por su clara politización. Y lo siguiente acentúa las dudas. De extrañar son las declaraciones de unos testigos. Aseguran haber denunciado frenéticamente a la policía local y a agentes secretos que un hombre con un rifle se subió a un techo de un edificio con vista al evento. Nadie ha reaccionado excepto al tumulto del evento en sí. Los testigos se preguntaban por qué razón el edificio no estuvo bajo vigilancia. ¡No huele bien.
Además, Donald Trump y su hijo Don Jr. han manifestado su frustración por la baja seguridad proporcionada por la Administración de Biden. Lo mismo hizo Biden con la petición del candidato independiente Robert Kennedy Jr.
Mi opinión es que Trump va a ser reelegido más fácilmente ahora. Trump tendrá calidad de mártir, la inutilidad de Biden, las malas encuestas de Kamala Harris y muchos más conectarán el caso con el «Estado profundo». También hay que pensar que, aunque los altos cargos sean anti-Trump, también hay conservadores en sus filas y, entre ellos, unos valientes que salen a declarar los abusos con pleno conocimiento arriesgando o perdiendo sus carreras. Mucho se tapa, pero la mayoría sale a a luz eventualmente Y, sobre esto, seguro que lo sabremos con más detalle.
https://latribunadelpaisvasco.com/art/20590/el-intento-de-asesinato-de-donald-trump-es-el-ejemplo-de-que-nos-hallamos-en-medio-de-una-guerra-civil-latente
