El desesperadito y oscuro señor Petro intenta preservar su protagonismo lanzándose en contravía del sistema.
Haciendo tabla rasa de un aprovechamiento rigurosamente redistributivo y sustentable, propone, ahora, prohibir la explotación de la riqueza minera que Dios nos regaló en aras del irracional ambientalismo marxista. ¿Es razonable prohibir la explotación de diamantes en África del Sur, o de petróleo en Arabia?
Mal supone que los pobres, que dice defender, son marionetas que ya olvidaron su responsabilidad en el vándalo-terrorismo que destruyó sus empleos, su infraestructura de transporte (Bogotá, Cali y Popayán) y su acceso a suministros vitales durante aquellos 3 meses de bloqueos.
En el 2022, Petro terminará severamente castigado en las urnas, como sucedió en Argentina y Chile, TAN SOLO SI FRACASA LA GRAN TRAICIÓN QUE LA CORRIENTE SANTISTA (gran defensora de los fatídicos Acuerdos Farc-Santos) ESTÁ FRAGUANDO AL INTERIOR DEL CENTRO DEMOCRÁTICO.
Desanimado? Pensando en saltar del barco? ¡Nunca, nunca desistas!!
Sobre todo en medio de la noche fría y tormentosa, aplica el consejo de San Antonio María de Claret: «A DIOS ROGANDO Y CON EL MAZO DANDO!»
Juan Carlos Ariza Gómez.