La Constituyente de la Subversión | José Francisco García M.

 

El doblepensar petrista: hay que destruir la Constitución del 91 para para aplicar realmente la Constitución del 91

 

Tengo un vago recuerdo de lo que fue el proceso constituyente del 1991. En ese momento tenía 10 años de edad, y estaba más interesado en no perderme el último capítulo de G.I. Joe que en procesos políticos, pero recuerdo el alboroto, las cuñas en la televisión nacional y algún comentario casual en mi casa. Posteriormente en el colegio existía una materia, cuyo nombre no recuerdo, en donde se enseñaba el contenido de la Constitución, pero nunca estuve realmente interesado en ella. Vine a estudiar realmente la Constitución del 91 tiempo después, en pregrado, ya que en mi universidad aristohippie le tenían una especie de culto o fetiche.

 

Al estudiarla seriamente entendí que dicho documento, aun cuando más moderno que la Constitución de 1886, no era intrínsecamente bueno, y de hecho tiene amplios tintes socialdemócratas, e incluso presupuestos implícitamente marxistas. A pesar de lo anterior, es menos mala que una Constitución abierta y profundamente marxista, y se trabaja con lo que hay.

 

Pero ahora el narcodictador intergaláctico que gobierna Colombia, no contento con los amplios tintes izquierdistas de la Carta del 91, dice que quiere convocar a una Asamblea Nacional Constituyente que destruya la Constitución de 1991 para hacer realidad los derechos construidos por ella….

 

Disonancia cognitiva y desvaríos producidos por el alcohol y drogas aparte, este anuncio es de inmensa importancia y peligrosidad. Lo que nos está anunciando Petro, ya sin disimulo y disfraz, es que quiere destruir el Estado de Derecho, el modelo económico de libre mercado, las libertades y derechos individuales. Así de simple.

 

Y el medio para lograr este resultado a través de la Asamblea Constituyente es simple y hábil al mismo tiempo: al definir quiénes son los delegatarios a ella se garantiza que la izquierda subversiva tenga una mayoría, y al tener una mayoría se asegura el resultado esperado. El proyecto de convocatoria redactado por el ex ministro Montealegre, el cual aparentemente pocas personas leyeron, garantiza y asegura la mayoría a las fuerzas izquierdistas.

 

El artículo 2 de dicho proyecto establece que la Asamblea Constituyente estará compuesta por 71 delegatarios elegidos por votación popular de la siguiente manera:

 

  1. 44 elegidos por circunscripción nacional, de los cuales 22 serán mujeres.
  2. 2 delegatarios de raza negra, de los cuales 1 será mujer.
  3. 2 delegatarios indígenas, de los cuales 1 será mujer.
  4. 2 delegatarios del “pueblo campesino”, de los cuales 1 será mujer.
  5. 2 delegatarios del “pueblo víctima del conflicto”, de los cuales 1 será mujer.
  6. 2 delegatarios de los sindicatos, de los cuales 1 será mujer.
  7. 2 delegatarios del “pueblo joven”, de los cuales 1 será mujer.
  8. 2 delegatarios del “pueblo Rrom (sic)”, de los cuales 1 será mujer.
  9. 2 delegatarios del “pueblo raizal y palenquero”, de los cuales 1 será mujer.
  10. 6 delegatarios de los colombianos en el exterior, de los cuales 3 serán mujeres.
  11. 2 delegatarios de madres cabeza de familia.
  12. 3 delegatarios pertenecientes al “pueblo LBGTI+”. 

 

De ser aprobado este proyecto de convocatoria las fuerzas subversivas tendrían garantizados, al menos, 27 delegados. La izquierda tiene, gracias a su discurso racializado, el voto de negros, indígenas, gitanos, y raizales/palenqueros. De igual manera tiene garantizados los votos de homosexuales, lesbianas, transexuales y demás fauna de ese sector poblacional. Los sindicatos le pertenecen. La gran mayoría de los jóvenes, gracias a las redes sociales y Netflix, son básicamente perros pavlovianos que salivan al ver a Petro. Los colombianos en el exterior son, mayormente, jóvenes que estudian en universidades gracias a becas (pagadas con los impuestos de los ciudadanos de los países que los acogen) y siempre votan a la izquierda. Lo que comúnmente se denomina víctimas del conflicto y campesinos son, salvo honrosas y poquísimas excepciones, miembros de las estructuras políticas legales de las fuerzas narcomunistas armadas. Las madres cabeza de familia reciben subsidios del narcorégimen, y por ende son parte de su red clientelar.

 

27 delegados es el 38.3% de la composición de la Asamblea Constituyente. Repito, el 38.3%. Si a este porcentaje sumamos aliados, ya sea por compromiso ideológico (como el Partido Verde), o por beneficios económicos (como el Partido Liberal, el Partido Conservador y el Partido de la U) la subversión izquierdista puede obtener tranquilamente el 51% de delegatarios en la Asamblea.

 

Gustavo Petro, las fuerzas subversivas del Pacto Histórico y sus aliados narcoguerrilleros armados quieren asegurar y consolidar su Poder en Colombia. Quieren convertir nuestro país en la próxima Cuba o Venezuela, y lo quieren hacer a través de una nueva Constitución Política que proporcione un barniz de legalidad a la dictadura.

30/10/2025 | Por José Francisco García M.

https://lalinterna.azul2.wordpress.com/2025/10/30/la-constituyente-de-la-subversion-jose-francisco-garcia-m/

 

 

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