La paz solo se alcanzará con mano firme y autoridad

Algunos dicen que son 60 años, otros 65 e incluso los analistas, estudiosos en la materia y conocedores manifiestan que son 70, los que llevamos matándonos entre nosotros mismos y desde entonces se nos olvidó que es vivir en paz.

En el periodo del mandatario Álvaro Uribe, se logró además de la desmovilización de los paramilitares, el debilitamiento de los grupos narcoguerrilleros, Farc, ELN, entre otros, con lo cual empezamos a ilusionarnos, volvía la seguridad a todos los rincones del territorio nacional, veíamos más cercana esa paz que por muchos años nos era esquiva, logramos momentos históricos como recuperar la confianza inversionista, el crecimiento económico, sentíamos un ambiente distinto en fin, era otro país, un nuevo renacer.

Hoy, cuando se publique esta columna, sabremos si a la media noche de ayer sábado, cuando se ha cumplido un año del supuesto cese al fuego con el ELN, por fin se terminó o, por el contrario, se les sigue dando gabela a este grupo narcoguerrillero. Es importante mencionar que los actores cómplices quienes se han prestado para estos diálogos, la iglesia, la ONU y el senador Iván Cepeda quien actúa en favor de los distintos grupos al margen de la ley y no para el bien del país, se rasgan las vestiduras y se le arrodillan a Petro y al ELN para que se siga prolongando y continuar la negociación, de un proceso que por cierto está como siempre, sin ningún avance porque no han cesado los enfrentamientos, los secuestros, las extorsiones, el reclutamiento de menores, etc.

Es claro que Petro NO logrará lo que en campaña prometió, ¿lo recuerdan?,  “a los tres meses de ser presidente se acabará el ELN”, pero claro era otra de sus tantas mentiras con las que 11.2 millones de incautos, ingenuos y hasta ignorantes le creyeron y votaron por él, pero bueno lo único que este gobierno ha logrado es fortalecer los grupos de narcoguerrilleros, siguiendo los mismos pasos de Juan Manuel Santos, quien por su interés de ganarse un Nobel y quien sabe cuánto más, decidido traicionar al país y se inventó un proceso que nunca sirvió ni servirá, cuando lo que le correspondía era continuar con la estrategia de su antecesor, la política de seguridad democrática, con la cual hoy sin duda estaríamos viviendo en un paraíso, porque Colombia es el mejor sitio del mundo para vivir.

Está comprobado que para “erradicar” a los grupos guerrilleros, llámense, Estado Mayor Central (EMC) que son lo mismo que las Farc, el ELN, el EPL, el Clan del Golfo, etc., y conseguir la tan esquiva “paz”, el diálogo y las mesas de negociación no son el camino, porque estos delincuentes no comprenden ni entienden este método y lo más grave, no quieren negociar, ya que los intereses son tan grandes que reincorporarse no es lo que quieren, ellos buscan quedarse con el poder al igual que lo hizo Chávez y que hoy sigue como buen alumno Nicolás Maduro, por eso llegó el momento de actuar como lo está haciendo el Primer Ministro de Israel Benjamín Netanyahu o para no ir muy lejos, Nayib Bukele, quienes entendieron que existe otra forma para “tratar” a los enemigos, otra estrategia que para algunos puede parecer extrema, pero que en corto tiempo, se consiguen los objetivos que se persiguen.

Si repasamos la historia de los procesos de paz en nuestro país, encontramos que cuando se han logrado firmar, los únicos que se han beneficiado son los que dirigían estas organizaciones terroristas, como fue el caso del Secretariado de las Farc, hoy gozando de una serie de privilegios, o los jefes del M-19 porque uno ve como camaradas terroristas, están en el gobierno, Vera Grave, Otty Patiño, Carlos Ramón Gonzales, el mismo Petro, mientras los guerrilleros “rasos” lo que hacen en su gran mayoría si no todos, es simplemente cambiar de brazalete o continuar en el mismo grupo como ya lo hemos visto con las disidencias de las Farc, es decir tienen claro cómo funciona la puerta giratoria.

Por eso es que nos preguntamos, hasta cuando los gobiernos van a continuar con esa complicidad de los diálogos, donde solo se están botando recursos a la caneca de la basura, representados en gastos de viajes de exploración, donde una cantidad de desocupados, los están premiando con honorarios, hoteles, transportes, alimentación, viáticos, etc., para que continuemos como «la vaca en el pantano, mientras más patalea, más se atolla».

Pareciera que 60 o 70 años con los mismos resultados no han sido suficientes, para continuar igual y dándonos tumbos. Es por eso que el próximo (a) presidente se  tiene que preparar y tener la absoluta convicción de que la paz solo se alcanzará con mano firme y autoridad.

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