Petro está dispuesto a hacer lo que sea para llegar a ser presidente.
Ha aspirado a serlo dos veces antes y no lo logró. Y a pesar de las derrotas, no aprende la lección. Sigue utilizando la misma estrategia política: destruir a los rivales a través de campañas de odio y mentiras.
Por estas fechas, a su contrincante, Rodolfo Hernández, a quien antes buscaba para hacer alianzas, ya no lo baja de corrupto, creador de falsos positivos y explotador laboral. Y si bien Rodolfo Hernández no es una pera en dulce, sus ataques, igualmente condenables, no son sistemáticos y enfermizos hacia un solo objetivo, como lo hace Petro.
Su campaña, además de odio, dispara mentiras. Mintió diciendo que el martes previo a elecciones habría un complot para suspender las elecciones. Miente con sus promesas de campaña, que le costarían al país 129,5 billones anuales, mientras la reforma tributaria que propone recaudaría 65 billones.
Un desfase de “nada más” de 64,5 billones.
Habría mentido hasta en su lugar de nacimiento, asegurando que era de Ciénaga de Oro, Córdoba, para ganarse el voto costeño, cuando en realidad nació en Zipaquirá, según denunció el senador Jorge Robledo.
La política del amor que tanto pregona, es el slogan más pisoteado en la historia de la política colombiana. Son tan caraduras que al mismo tiempo que repiten esa frase, “queman personas”, que es otra forma de decir que les hacen sicariato moral. Como lo dijo Isabel Zuleta, senadora del Pacto Histórico, “ya quemamos a Fajardo, ahora vamos por Fico”. Acaban con la reputación de uno y luego siguen con el otro como si nada. ¿Es este el cambio que quiere Colombia?
¿Será que los colombianos se dejarán convencer por este supuesto cambio apoyado en promesas desfinanciadas, y una ambición por el poder que justifica agredir y difamar de todo el que se ponga en el camino? El último escollo para llegar a la presidencia de Petro se llama Rodolfo Hernández, y la máquina de odio y mentiras ya está prendida para quemarlo, como lo han hecho con todos los que quedaron atrás.
Por @marcoorozco1, Imagen EFE, Junio/8/2022