La dirigencia nacional se comporta como en las piñatas infantiles, vendada y dando inútiles palos al aire, pero nada que le acierta al quebradizo recipiente lleno de sorpresas.
Las señales son claras, abundantes, y reiterativas: Petro no entregará la presidencia. Ni siquiera de saberse ganador participará en una contienda electoral. De ninguna manera repetirá el error de Maduro, quien por dárselas de democrático permitió unas elecciones de las que salió mal librado, y a la fuerza tuvo que declararse ganador. O sea, que el recipiente contenedor de las sorpresas ni es quebradizo ni contiene nada sorpresivo. Así que mientras la dirigencia abanica en vano y se distrae inventando precandidatos presidenciales, Petro continúa con su proceso destructor del que nadie pareciera apercibirse, y avanzando en el sinuoso proceso que le permitirá apropiarse del poder. Para eso tiene al detestable y tramoyero Santos, y ahora cuenta con el hábil político Armando Benedetti.
Una parte del engaño consiste en estimular precandidaturas propias, y para ello tiene a varios izquierdosos felices de aparecer como presidenciables sin tener condiciones. Pero ninguno lo será. Como tampoco lo será ninguno de los decentes y sensatos que se muestran como precandidatos, ni la senadora Cabal, ni Vicky Dávila, ni tampoco el amplia y reconocidamente capacitado Germán Vargas Lleras, un grupo de excelentes prospectos. Es que ni siquiera habrá elecciones. La muestra televisada del supuesto manejo a lo del Catatumbo es sólo una farsa, más que distractora, para ir auscultando reacciones a la toma que pondrá en práctica, aunque aún no se decide si apelar a los Consejos Departamentales, a las Asambleas Regionales, o de una vez por todas a la expedición de un decreto de excepción que, mientras transcurren los noventa días para que la Corte se pronuncie al respecto, ya la farsa judicial contra Uribe haya producido el fallo condenatorio, y consecuencialmente eliminado el “estallido. Democrático” que propone el expresidente para contrarrestar el “estallido social” que promueve Petro para que justifique su permanencia.
Nadie hace nada efectivo para contraatacar. Sólo mensajes, trinos, columnas periodísticas y otras manifestaciones inanes. No bastan las demandas ni los procesos judiciales que se han presentado, y que dormirán el sueño de los justos. Nada se sabe del avance de las demandas ante el CNE. Nadie parece aprovechar que en el país del norte tienen claramente identificado a quien se convertirá en una piedra más de las que tienen en el zapato, que ya son varias, demasiadas, en América. Nada se oye de la visita de los connotados nacionales que vayan en comisión, por ejemplo, donde Marco Rubio o donde los líderes republicanos del congreso gringo a entregar detalles sobre las amenazas comunistas que nos acosan, y que terminarían afectándolos a ellos. Tampoco se escucha de una petición para anular las visas a quienes apoyan al petrismo. Mientras, Petro sigue atacando, y no hay contraataque.
5/03/2025 | Por: Roberto Zabaraín | rzabarainm@hotmail.com
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