Las llamadas «disidencias» de las FARC detonaron un carro bomba en Arauca, dejando un muerto y cinco heridos. Comandante del Ejército apunta a venezolanos contratados por los guerrilleros para ejecutar estos actos terroristas.
Un muerto y cinco heridos es el saldo del último atentado atribuido a las llamadas «disidencias» de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el departamento neogranadino de Arauca, que limita con el venezolano estado Apure, donde desde comienzos de año recrudeció la disputa por el control de territorio con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
La detonación ocurrió a la medianoche de este miércoles en una zona comercial de la localidad de Saravena, donde funciona la Fundación de Derechos Humanos Joel Sierra, que ha denunciado las consecuencias del conflicto armado entre las guerrillas que ya acumula 30 víctimas en lo que va de año y más de 100 familias desplazadas.
La onda expansiva de la explosión destruyó además en su totalidad la sede del Instituto Colombiano Agropecuario y comprometió las instalaciones de cinco organizaciones no gubernamentales más como parte de la “amenaza híbrida” que representan las FARC en un “punto neurálgico” donde hay una “serie de actores y factores”, aseguró el comandante de la Octava División del Ejército colombiano, Jorge Mora, en entrevista con Blu Radio.
Según el funcionario, las FARC “contratan a venezolanos para que vengan a hacer estas acciones terroristas contra los civiles” mientras que la disputa por territorio en Venezuela transcurre con combates abiertos en la selva.
La temporada facilita la búsqueda de cómplices a los insurgentes porque «en la frontera hay muchos pasos, no solamente los conocidos, y en esta época el río baja y hay muchos más pasos donde se facilita el cruce de los bandidos de un lado al otro».
Un sabotaje clave
Uno o dos hombres –aún no hay precisión sobre cuántos– estacionaron el carro, bajaron de este y salieron corriendo. Dos minutos después, estalló. Las autoridades revisan las cámaras y recogen testimonios para reconstruir el ataque que coincide con la reunión virtual del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, donde la Administración del presidente colombiano, Iván Duque, presentaría los avances en su lucha contra las guerrillas.
La mayoría de los embajadores “reconoce los avances de Colombia hacia la paz con legalidad y la implementación exitosa de gobierno de Duque. Solo los del odio, insisten en decir acá que no se ha hecho nada”, aseguró en su cuenta de Twitter la canciller y vicepresidente colombiana, Martha Lucía Ramírez.
México, India, Brasil, Albania, Kenia y China respaldan el trabajo de estabilización y reintegración de los excombatientes, entrega de tierras y proyectos productivos que generan un avance seguro en implementación del Acuerdo de Paz firmado en 2016 en La Habana durante el mandato de Juan Manuel Santos.
Este apoyo “asegura socios verdaderos”, dijo Ramírez. Quizá elude a Rusia –nación aliada del chavismo que forma parte del conglomerado– con la que además mantiene constantes tensiones por sospechas de espionaje y ataques cibernéticos que derivaron en la expulsión de Aleksander Nikolayevich Belousov y Aleksander Paristov, dos altos funcionarios que, según la inteligencia colombiana, pretendían reclutar a colaboradores locales a cambio de dinero por información sobre empresas, universidades y el Estado.
Captura de alias ‘Franco’
Los pasos de las FARC y el ELN los siguen de cerca las autoridades neogranadinas. Desde la cuenta de Twitter del Ejército Colombia se informó la captura de alias ‘Franco’, a quien se le atribuye el reclutamiento forzado de menores, homicidio agravado, concierto para delinquir agravado y ser el cabecilla militar del atentado con carro bomba en la alcaldía de Corinto (Cauca) que dejó 43 personas heridas en marzo del año pasado.
El ministro de la Defensa, Diego Molano, ya llegó al casco urbano de Saravena para tomar “nuevas medidas”, alertando que “con atentados cobardes una red terrorista pretende estancar a Arauca y acelerar negocios criminales en frontera”.
