Mientras escribo estas líneas, algunos compatriotas se someten al diario “lavado de cerebros” a través de los medios convencionales y virtuales; otros se muestran perplejos ante el avance de la violencia en 12 zonas del territorio nacional que se encuentran bajo la influencia de gravísimas situaciones de inseguridad; y otros, en el colmo del desconcierto y la confusión, continúan a la espera de que aparezca alguien que nos salve de esta hecatombe, como en la famosa serie de “El Chapulín Colorado”.
Por supuesto, en coyunturas de tanta incertidumbre los ganadores siempre son los mismos: el régimen que crea, a través de sus millonarias erogaciones en los sistemas digitales, múltiples formas para distraer a la opinión de los asuntos cruciales, y sus aliados, los corruptos dirigentes que contribuyeron a la caída del poder en las garras de la izquierda radical y violenta que ahora padecemos.
Cabe entonces despertar a la realidad y formular sin tapujos los siguientes interrogantes:
¿Vamos a seguir hablando de “paz total” con 55.000 desplazados y 19.000 afectados con la violencia en Catatumbo y Chocó?
¿No es esta una consecuencia directa del desbarajuste al que está sometiendo Petro a las Fuerzas Militares?
¿No es traición a la Patria permitir la invasión por parte de un ejército binacional como el ELN que funge en Venezuela como el apoyo del régimen de Maduro?
¿Por qué no se le permite a las Fuerzas Militares y de Policía cumplir con su finalidad primordial cual es restablecer el orden constitucional, como lo establecen los artículos 217 y 218 de la Constitución?
¿Por qué se atenta desde el Gobierno contra la jerarquía, la antigüedad y la precedencia de los generales con la designación de un ministro de Defensa de menor antigüedad?
¿Por qué permanecen inmóviles los empresarios ante la destrucción del sistema económico en lugar de financiar un eficaz equipo de comunicación digital para defender al país de los daños que le causa la dictadura?
¿Cuál es la razón para que la administración Duque haya permitido la toma guerrillera de las ciudades, la paralización del transporte, el bloqueo de la economía y la destrucción de la infraestructura urbana sin aplicar la conmoción interna y ejercer la autoridad del Estado?
¿Por qué omitieron los gobiernos de Santos y Duque adoptar las medidas para evitar la toma del poder por la extrema izquierda, anunciada con anticipación por el Foro de Sao Paulo, mediante el fraude, la compra de votos y la coacción armada?
¿Por qué el gobierno de Duque, las autoridades electorales y judiciales y los organismos de control se pusieron de acuerdo para legalizar unas elecciones espurias, sin permitir el reconteo de votos ni la repetición de elecciones en sitios donde se denunciaron gravísimas anomalías?
¿Por qué la totalidad de los dirigentes políticos que cuentan con bancadas en el Congreso apoyan la continuidad de Petro y se han abstenido de apoyar el juicio político para separarlo del cargo por fraude en las elecciones?
¿Cómo vamos a ganar la lucha contra el narcotráfico y la violencia guerrillera si están apoyados por el Gobierno y cuentan con la temerosa actitud de los políticos, los empresarios, los militares y los jueces para defender la seguridad de los colombianos y la libertad de la Nación?
¿Por qué, en lugar de defenderse cada uno a su manera de las retaliaciones del régimen, no nos unimos todos en un solo plan de lucha por nuestros principios cristianos y democráticos y por la reconstrucción de un país que está siendo destruido en todos sus aspectos?
Si sabemos lo que hay que hacer ¿por qué no lo hacemos ya? ¿Qué más tenemos que esperar?
Publicadas por El Pensamiento al Aire a la/s 7:51 a.m.
lunes, 24 de febrero de 2025
Luis Alfonso García Carmona
https://www.elpensamientoalaire.com/2025/02/por-que-el-terrorismo-y-el-narcotrafico.html