Es con desconcierto e indignación que los colombianos de bien soportamos, una vez más, “el asalto de la cultura de la muerte y del descarte”, conforme fustigara el Papa Francisco.
“…el magistrado de la Corte Constitucional Alberto Rojas Ríos presentó a sus colegas de la Sala Plena una ponencia que pide la despenalización total del aborto en Colombia”.
EL TIEMPO confirmó que el documento pide declarar inexequible el artículo 122 del Código Penal que establece una pena de entre 16 y 54 meses de prisión a “la mujer que causare su aborto o permitiera que otro se lo cause”, con un efecto diferido a dos años.
La ponencia asegura que, si en esos dos años el Congreso no expide regulación alguna, el delito del aborto “desaparecerá del sistema jurídico colombiano” y “quedará vigente el precedente constitucional sobre la IVE que sea compatible con el nuevo escenario de despenalización total del aborto”.
Así, el documento señala que si el Congreso de la República no expide una ley que regule el acceso libre a la interrupción voluntaria del embarazo (IVE), y mientras no lo haga, “deberá entenderse que las mujeres, niñas, adolescentes y personas gestantes, en todos los casos, tienen el derecho a interrumpir voluntariamente el embarazo”.
Esto para que en ese plazo el Congreso emita una nueva legislación “que contenga las reglas y condiciones para el ejercicio libre de la interrupción voluntaria del embarazo”.