Res non verba – Las apariciones del perdido | Tomás Castrillón Oberndorfer

 

Una de las tristes realidades colombianas de los últimos tres años, es la frecuente “desaparición” del presidente, culminada con la correspondiente reaparición, en donde, claramente, cabe aplicarle al mandatario lo que dice el dicho: “Habla más que un perdido cuando aparece”.Res non verba Las apariciones del perdido.

 

En la última “desaparición”, acontecida durante su visita reciente al Ecuador, para asistir a la posesión del presidente cuya elección no había sido reconocida por el mandatario (¿?). Ocurrió, que gracias a una “agenda privada” que dizque maneja el presidente, este se “refugió” en Manta, población ecuatoriana”, para “inspirarse” y así poder escribir 30 páginas de un nuevo libro de su autoría (¡¿?!). Diría un desprevenido ciudadano: “¡Mejor, cuénteme una de vaqueros!”.

 

Este último episodio trae a la memoria el caso del expresidente colombiano que “pulía versos mientras se perdía Panamá”. ¡El que entendió, entendió!

 

Entonces, luego de esta “desaparición” el presidente vuelve a aparecer más locuaz que nunca y, fuera de eso, más controversial y peleador, como si “le hubieran recargado las baterías”. Últimamente, pelea con Macron, de Francia y con el gringo Trump. Todo este comportamiento lo desarrolla en medio de un incremento del caos en que el gobierno presidido por él, ha sumido a Colombia, lo que origina la percepción de que el mandatario está “embolatando la pita”, emitiendo continuamente verdaderas “cortinas de humo” o distractores, para disimular los resultados de su pésima gestión.

Res non verba Las apariciones del perdido

En efecto, recientemente la prensa local editorializó erróneamente titulando “Día de Caos”, al referirse al pasado día 3 de julio, porque la cuestión del caos, no es específica para un solo día, sino que tal estado de cosas, es permanente y viene desde el comienzo del gobierno. Bastaría considerar, sin profundizar en los méritos y las aptitudes, la sola variación permanente de la nómina ministerial.

 

En “El arte de la guerra” de Sun Tzu, se habla de que una de las estrategias para derrotar al enemigo es promover dentro de él, el caos. Pues bien, eso lo ha hecho muy bien el tal Progresismo bajo denominaciones como las de Pacto Histórico o de la Colombia Humana, cuyo enemigo era, en este caso, la Institucionalidad. Resumiendo: Promueven el caos para destruir la institucionalidad. ¡Así de sencillo, Juanito!

 

Desde el punto de vista económico, bastaría repasar informaciones difundidas bajo titulares como: “Gobierno necesita ajuste fiscal de $ 33 billones en 2026”, en donde la CARF, Comité Autónomo de la Regla Fiscal, afirma: “Si el gobierno no hace ajustes en 2025 y 2026, el efecto sería que el déficit fiscal no sería de 7.15%, sino que estará por encima”. Y, claramente, la respuesta del gobierno es pasarse por la faja la Regla Fiscal y seguir con su política de “no fijarse en gastos”, repartiendo, a diestra y siniestra, subsidios preelectorales y aumentando la burocracia. Ya las entidades calificadoras internacionales están empezando a emitir calificaciones negativas.

 

En materia del suministro a la población de los servicios relacionados con la salud, caída en desgracia gracias al nefasto “Chu, Chu, Chu”, del presidente, acuciosamente aplicado por el belicoso ministro del ramo, aparecen informaciones como las relacionadas con las millonarias pérdidas en el Fomag, Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio, por pagos y en salud según informe de la Contraloría. Al respecto, ¿qué dirá FECODE?

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También, ha quedado establecido en forma muy clara, que las intervenciones del gobierno en las EPS, han demostrado claramente que “el remedio fue peor que la enfermedad” y han surgido preguntas como: “¿Quién responde a los 5.7 millones de Sanitas?”, refiriéndose a la evidente pérdida de bienestar para 5.700.000 colombianos afiliados a dicha EPS, luego de que la Corte Constitucional tumbó la intervención de la EPS Sanitas.

 

Claramente, tienen que responder, en su orden, el agente interventor designado, el superintendente de salud, el ministro y el “mesmo” presidente.

Finalmente, en la administración de justicia actual con un ministro ideológicamente tendencioso y afín a bordo y con una fiscal obsecuente servidora, no se extrañan las “flexibilidades” en los manejos del juicio del hijo del presidente, y, además, no se presagian buenos augurios en el juicio al expresidente Uribe, donde el nuevo ministro aparece también como víctima. ¡Ya voy, Toño!

La percepción que se está generalizando, es que sería más conveniente para el País, que el presidente no reapareciera luego de sus desapariciones, y permaneciera disfrutando de los placeres de dichos ratos místicos.

8/07/2025 | Por: Tomás Castrillón Oberndorfer | tomascastrilon@hotmail.com . .

 

https://lalinternaazul2.wordpress.com/2025/07/08/res-non-verba-las-apariciones-del-perdido/

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