No se puede aplazar más el diálogo entre los sectores público y privado para diseñar un modelo que responda a las necesidades reales de los ciudadanos y no a los cálculos políticos.

Las cifras no mienten y tampoco consuelan. En Antioquia, la salud, ese derecho fundamental, está herido de gravedad. La situación de Savia Salud, la EPS del régimen subsidiado más grande del departamento, es una radiografía de un deterioro progresivo e imparable.

En el último año, según datos de la Superintendencia de Salud, los pasivos de Savia Salud crecieron un 20,7%, pasando de $868.920 millones en agosto de 2023 a $1,048 billones en agosto de 2024. Este abismo financiero no solo afecta las cuentas de la aseguradora; también pone en jaque la sostenibilidad de la red hospitalaria pública de Antioquia, que depende en gran medida de estos pagos. Los hospitales, principales aliados de los ciudadanos más vulnerables, enfrentan deudas que ya suman $508.720 millones, un 22% más que el año pasado.

No es solo un tema de números rojos. Las quejas de los afiliados también han aumentado, reflejo de un sistema que no está cumpliendo con su razón de ser: garantizar el acceso a servicios de salud oportunos y de calidad. Entre junio de 2023 y agosto de 2024, las reclamaciones promedio mensuales escalaron de 4.277 a 5.980, un incremento alarmante. Este deterioro se traduce en pacientes que protestan por la falta de medicamentos y en profesionales de la salud desbordados por la precariedad de las condiciones laborales.

A nivel nacional, la situación es igualmente inquietante. En octubre de 2024, la Superintendencia Nacional de Salud registró un récord histórico de 186.000 quejas en un solo mes, coincidiendo con la intervención gubernamental de nueve EPS que abarcan al 57% de los afiliados del sistema, afectando a casi 30 millones de ciudadanos.

La preocupación trasciende los análisis individuales. Un grupo de exministros de Salud envió una carta al presidente Gustavo Petro, alertando sobre el deterioro financiero del sistema y el incremento del 43,5% en las tutelas relacionadas con la salud. Estos expertos instan al Gobierno a tomar acciones urgentes para evitar un colapso inminente del sistema de salud colombiano.

El panorama de la salud en Antioquia y en el país exige decisiones urgentes y estructurales. Si bien Savia Salud es el caso más visible, no es un problema aislado; refleja una crisis sistémica que amenaza con hacer irreversible el daño si no se toman medidas inmediatas. El año 2025 será clave. Si el sistema de salud sigue desangrándose, sin soluciones de fondo para su financiación y sostenibilidad, lo que hoy es una crisis podría convertirse en un colapso.

La salud es el tema impostergable en la agenda pública nacional. No se puede aplazar más el diálogo entre los sectores público y privado para diseñar un modelo que responda a las necesidades reales de los ciudadanos y no a los cálculos políticos. La red hospitalaria, los profesionales de la salud y, sobre todo, los pacientes no pueden seguir siendo víctimas de la improvisación.

Que no se nos vuelva paisaje un sistema de salud aquejado y asfixiado. La salud es el corazón del desarrollo, el oxígeno de la justicia social en Colombia.

 

*Presidenta Ejecutiva Proantioquia

09 de diciembre de 2024

Por María Bibiana Botero Carrera – @mariabbotero

 

https://www.elcolombiano.com/opinion/columnistas/maria-bibiana-botero-carrera-se-queja-la-salud-FF26015167

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