Una pandilla siniestra se apoderó del gobierno de Colombia

Aquellos que votaron por Petro, esperanzados en que habría un cambio en Colombia, de verdad que fueron bien atendidos. El “cambio” llegó, pero no para mejorar la vida de los colombianos, sino para destruirla.

No podría ser diferente, pues eligieron presidente a un terrorista del M-19, que pasó la primera mitad de su vida dedicado a secuestrar, extorsionar y matar en nombre de los principios marxistas. Y después se dedicó a la política, en donde fue senador por varios periodos, después alcalde de Bogotá, y por donde quiera que pasó dejó una estela de corrupción y de incompetencia sorprendentes.

Un grado de corrupción desconcertante

Como prueba de ello, el país acaba de conocer el interrogatorio al que fue sometido el ex director de la UNGRD (Unidad para la Gestión de Riesgo de Desastres), Olmedo López, por parte de la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia. Aunque el proceso tiene reserva y el público no debería conocerlo, las revelaciones del acusado están en la primera plana de los medios de Colombia y del mundo.

Quien los dio a conocer debió ser un funcionario de dicha Corte, que no es precisamente un ejemplo de probidad. Es sabido que desde hace años allí funciona el Cartel de la Toga, donde muchas decisiones judiciales tienen su tarifa de corrupción, por lo cual hay tres expresidentes de la Corte en prisión y otro está prófugo.

Las revelaciones sobre la corrupción en Colombia sobrepasan la más delirante imaginación, ejecutada por los más altos funcionarios del Gobierno de Petro.

Esta escabrosa historia comenzó en el 2023, cuando el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, le giró a la UNGRD tres partidas adicionales a su presupuesto. Una por $200.000 millones de pesos (us 50 millones) y otras dos que suman 1,4 billones de pesos (us 400 millones), para un total de 1,6 billones de pesos (us 450 millones). El destino explícito de ese dinero era comprar sin pudor a los congresistas para aprobar las reformas, y de paso, financiar la maquinaria de los partidos políticos aliados del gobierno.

Por tratarse de la entidad que atiende las tragedias, que son imprevisibles, la UNGRD está facultada para contratar sin necesidad de licitaciones públicas y sin controles administrativos. Es así como los políticos convirtieron esta entidad en la fuente inagotable de robos de dinero público, inventando tragedias que no existieron para justificar el saqueo desvergonzado.

Cientos de miles de millones repartidos como confetis

De allí salieron todos los desfalcos de la Guajira. $70.000 millones para comprar carrotanques que no sirvieron; $70.000 millones para ayudas en alimentos, con las cuales jamás se le dio a nadie un bocado de comida; y $90.000 millones más para construir y mejorar unos depósitos de agua en medio del desierto, que nunca se construyeron; y una interminable lista de supuestas “ayudas”, que en realidad fueron un saqueo descomunal de las arcas públicas.

De allí se giraron los sobornos para el presidente del Senado, por $3.000 millones; y para el presidente de la Cámara de Representantes, por $1.000 millones; y contratos millonarios para el presidente de la Comisión de Acusaciones; y $92.000 millones para unos contratos imaginarios que fueron asignados a congresistas de los departamentos de Córdoba, Santander y Arauca, que al parecer eran para financiar al ELN.

En esta Caja de Pandora de corrupción está pendiente un desembolso de $240.000 millones de pesos (US $65 millones) para la alcaldía de Uribia (Guajira), cuyo alcalde es del Partido Conservador, dirigido por el congresista Carlos Andrés Trujillo, quien impuso a López en esa entidad, y quien es el gran responsable de toda la corruptela de la UNGRD.

Los colombianos nos preguntamos: ¿Cómo pudo pasar esto a la vista de todos? ¿Hasta dónde está involucrado el presidente Petro?

Y la respuesta la da el mismo Olmedo López. Las órdenes para este entramado de corrupción salieron de la Casa de Nariño y la dieron los más altos funcionarios de la Presidencia. Entre ellos, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla; el exministro del Interior, Luis Fernando Velasco; el ministro de salud, Guillermo Alfonso Jaramillo; la secretaria para las Regiones, Sandra Ortiz; y el director de la DNI (Dirección Nacional de Inteligencia), Carlos Ramón González.

Con estos alfiles tan poderosos, Olmedo López y su pandilla de subalternos creyeron que estaban blindados para poner a funcionar el esquema de corrupción más desvergonzado de nuestra historia, en el cual ríos de dinero salían en maletas y se entregaban en efectivo a los beneficiados. Pero resulta que el entramado se desplomó y los ladrones quedaron en medio de los reflectores de la justicia y de la prensa nacional y mundial.

¿El presidente lo sabía?

Es inadmisible que esto se haya organizado desde las oficinas de la presidencia sin que el presidente no supiera nada. Como dice el refrán popular: “a otro perro con ese hueso”. Que nadie venga a repetir la frase famosa del expresidente Samper: “todo fue a mis espaldas”. Es imposible que decisiones de tanta envergadura, que comprometen a tantas personas en los más encumbrados puestos del Gobierno, no hayan sido conocidas y ordenadas por el propio presidente de la República.

Esta es una razón más para exigir el juicio político y la destitución del presidente. Si este escándalo no configura una situación de indignidad del presidente, habría que revaluar el concepto de “dignidad”, para concluir que quien en realidad no la tiene es el pueblo colombiano y las instituciones encargadas de proteger el Orden Constitucional, que conocen estos hechos y siguen sin hacer nada.

Sin duda que en todos los tiempos hay criminales y hombres malvados, pero peor que ellos es la gente que los ve cometer crímenes inmensos y no hace nada para impedirlo. A pesar de ello, con cinismo, muchos afirman que “los buenos somos más”, y con eso lavan la conciencia, como si fuera suficiente para salvar el País de una pandilla siniestra que se apoderó del gobierno.

 

 

https://lalinternaazul2.wordpress.com/2024/07/20/una-pandilla-siniestra-se-apodero-del-gobierno-de-colombia/

20/07/2024 | Por Eugenio Trujillo Villegas | Director: Sociedad Colombiana Tradición y Acción | trujillo.eugenio@gmail.com

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